Todo empezó en 1996, en Asturias al mando de un pequeño hotel con encanto... Allí aprendimos que el verdadero encanto está en lo pequeño, en los detalles, en las cosas que casi no se ven pero que tocan nuestro alma. Porque enseguida comprendimos que necesitamos vivir con emoción y que la emoción viene de la mano de las pequeñas cosas; una puesta de sol imposible, el olor a tierra mojada, el aroma del pan recién horneado, nuestra insignificancia frente al mar, el crepitar de la leña, la respiración pausada de la persona que queremos, los cuidados de aquellos que no conocemos y que sin embargo se desviven porque nos sintamos como en casa...
ISABEL LLORENS & CARLOTA mATEOS
Nuestro afán es descubrir esas pequeñas joyas, esos proyectos personales, esa gente maravillosa que los sustenta, ese sueño hecho realidad que es cada establecimiento Rusticae. Nos apasiona la hotelería sincera, la que abandera la hospitalidad de base, la que se preocupa de mimaros, la que se desvive en los detalles mínimos.
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