Golf en Menorca: una experiencia que desearás repetir

Al aire libre, en un paraje silencioso, el verde del campo y el azul del cielo. Comenzamos un día de golf en Menorca que augura tranquilos paseos, juego y diversión.Cuando Miguel propuso aprovechar el viaje a Menorca para jugar al golf, nos apuntamos todos sin dudarlo. Carla ya había estado y nos lo recomendó: “Si lo que queremos es aprovechar estas vacaciones para relajarnos y disfrutar de la isla este plan es inmejorable”.

Entre bosques y mar

El único campo de golf de Menorca está en Son Parc, al norte de la isla. En plena naturaleza, entre bosques y con el Arenal de Son Saura muy cerca. Es como estar en el paraíso.

La vegetación de las dunas le da un color especial al dorado de la playa, de arena fina que se adentra en el mar. Aguas transparentes y limpias por las que apetece navegar.

Recorriendo el paraíso

Tuvimos un tiempo primaveral durante toda la estancia en la isla. Menorca es ideal para practicar este deporte porque se puede jugar los 365 días del año. A veces, el fuerte viento te lo pone muy difícil pero el clima tiende a ser cálido y estable.

Entre el grupo de amigos había algunos que nunca habían jugado al golf pero después de oir las experiencias del resto decidieron probarlo.

El primer día nos acompañaron en el recorrido. Sólo el paseo ya merece la pena. El campo, de 18 hoyos, cumple todas nuestras expectativas, es corto pero muy técnico, necesitas pensar las jugadas. Este es un aliciente más para elegir Son Parc porque siempre aprendes.

Cuando acaba el Congreso

Cuando acabó la jornada los responsables del campo nos invitaron a llegar al “hoyo 19”. Es el centro de reunión para beber o comer algo después del ejercicio que habíamos hecho.

Estaba muy animado. Había un grupo de médicos que asistían a un Congreso en Menorca. Nos contaron que unos cuantos habían metido en la maleta sus zapatos y guantes preparados para pasar un día en Son Parc.

Ellos decían que practicar este deporte es muy sano:

“Nos libera del estrés pero también mejora la calidad de vida en general. ¿Cuánto habéis caminado hoy?”, nos interroga uno de ellos.
“Unos 7 kilómetros más o menos”, le contestamos.
“Bien, eso supone que habéis tonificado todo vuestro cuerpo: las piernas, el corazón,… y esto ayuda a mantener un buen nivel de vuestra tensión arterial, a aumentar el colesterol bueno, a prevenir la osteoporosis,…. todo son ventajas”.

Un señor mayor nos escuchaba con atención: “Yo sigo jugando con 80 años y ahora traigo a mi nieta de 8 años a la escuela de golf. Le encanta y se divierte con sus compañeros haciendo pequeñas competiciones”.

Manuel, fue el único del grupo que no quería jugar al golf. Salió del apartamento preparado para conocer las calas del sur de la isla. Había oído hablar de ellas y sólo pensaba en nadar y dejarse arrullar por el sonido del Mediterráneo.

Romanos con toga jugando al golf

Al llegar nos contó sus paseos por la playa, estaba encantado. Todos estábamos cansados pero decidimos ir a cenar al puerto de Mahón. Javier, que estaba leyendo un libro sobre golf comentó: “yo he descubierto hoy este deporte pero aquí dice que en la época de los romanos ya se jugaba algo parecido”.

Cenamos tranquilamente en un pequeño restaurante recordando, entre risas, algunos de los fallos que habíamos cometido hoy. “Mañana será mejor, ya conocemos el campo y parece que va a hacer un espléndido día de sol”.

El golf es otro de los atractivos que Menorca te ofrece durante todo el año. ¿Lo has probado? Dicen que quien lo prueba, repite.