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lunes, 11 de diciembre de 2017

IDEAS PARA MINIMIZAR LA ESTACIONALIDAD

El secreto: La piel de gallina



Qué es un destino?... no nos quedemos en lo práctico,
pensemos: ¿Qué es un destino? ¿Alguna vez hemos pensado
mas allá de lo que todos sabemos?
Quien puede negar que un destino es un conjunto de
sensaciones, de vivencias, de experiencias, de momentos,
de segundos, que quedan en nosotros grabadas para
siempre como un lugar del que recordamos hasta el punto
de hacernos escapar una sonrisa, una lágrima, o un escalofrío:
eso es un destino.
Podemos estar años y años intentando hacer ciencia de
un destino, de sus estacionalidad, e incluso transformar
como medibles, todas aquellas variables que nos ayuden
a comprender sus movimientos, afluencias y picos.
Las pernoctaciones, las estadísticas de ocupación y visitantes,
podemos compararlas, podemos hacer benchmarking,
podemos intentar aplicar las mayores técnicas
jamás utilizadas en medición de estacionalidad turística.
Podremos hacer “case studies” de estrategias de éxito de
otros muchos lugares, de acciones estratégicas, de oferta
complementaria única, pero nunca podremos parecernos
a otros destinos a la hora de desestacionalizarnos.
Un destino siempre será las sonrisas de los turistas que
pasaron por ahí, un cruce de miradas entre dos personas
que se han encontrado y conocido allí, una sensación única
al disfrutar de una comida al lado del mar o en plena
montaña; siempre tendremos que valorar, que nuestros
destinos dependen de los seres humanos, y los seres
humanos estamos definidos por unas características no
medibles: el amor, el deseo, las expectativas, el valor que
damos a variables si medibles como un hotel, la atención
de un recepcionista, la calidad de una comida, las vistas
de un atardecer sin o con grandes carteles de publicidad
haciendo que ese sitio sea paradisíaco o cero sostenible.
El turista siempre podrá cambiar de decisión en un momento
determinado, en el último momento, al entrar en
la agencia de viajes cuando se encuentre con alguien y le
diga, no, no, ves a este otro sitio, por diversos motivos,
seamos realistas, porque ahí se liga mas, porque te va a
encantar sus paellas, porque tiene mejores playas en esta
época, porque tiene un castillo maravilloso mejor que
donde queríais ir, porque hace un festival de música que
os va a encantar..., cuando nuestro turista tenga claro que
irá con su familia, amigos, novio, novia a ese lugar en el
que quieren compartir ese recuerdo de un verano anterior,
de otro momento vivido, de una sonrisa cómplice,
todo puede cambiar en un segundo y siempre se nos escapará
la medición de esos factores.
Profesionalicemos, midamos y analicemos todo lo que
esté en nuestra mano, estadísticas, pernoctaciones, visitas,
estrategias, tenemos herramientas por las que hubieramos
dado todo hace muchos años, gracias a los profesionales
de este sector, etc, ... pero jamás olvidemos que
hay factores no medibles ni analizables: las decisiones, los
deseos, las motivaciones y las expectativas de nuestros
turistas, únicamente podemos trabajar en un sentido, y
no es otro que en recordarles a nuestros turistas y visitantes
lo que vivieron, soñaron, rieron y lloraron y las sensaciones
que hacen recordar nuestro destino, ofreciéndole
oportunidades interesantes de revivirlo, de una manera
inteligente, trabajando nuestra oferta complementaria.
Estamos de acuerdo en trabajar la calidad de esa oferta
mediante el benchmarking, pero lo que hace nuestro vecino
o competidor, son otras sensaciones, otras vivencias,
nunca será lo mismo, trabajemos en ser profesionales,
pero también en todo aquello que nos hace únicos y nos
hizo únicos para nuestros turistas y visitantes, en recordar
la esencia de nuestro destino a lo largo de todo el año,
haciendo que esos instantes vividos, esas sensaciones,
esas sonrisas, esas lágrimas, esas imágenes grabadas en
nuestras retinas y cómo no, en nuestras cintas de video,
es decir, todo eso vivido que algún día queremos volver a
vivir, lo sea en épocas no estacionales, todo el año, trabajando
en lo que somos como destino, trabajando en sus
emociones y sus recuerdos.
Puede que veamos la utopía de la desestacionalización
al final del horizonte y cuando realizamos medible, profesional
y analítico, un buen trabajo en definitiva, estamos
caminando hacia ella, pero aún así cada dos pasos que
damos, se aleja otros diez; y podemos pensar, ..Entonces
¿Por qué lo hacemos?: lo hacemos porque sabemos cómo
es nuestro destino, y todo lo que podemos ofrecer a esas
personas que una vez vinieron y aún recuerdan los escalofríos
y las experiencias, y de esta forma, sin darnos cuenta,
vamos apartando del camino hacia la desestacionalización
todos los retos y defectos en oferta complementaria,
que nos muestra la desestacionalización.
La unión hace la fuerza, trabajemos en nuestra oferta
complementaria de éxito, en la profesional, la medible y
diversa, pero, casi con mas pasión y profesionalidad, en
toda nuestra oferta complementaria, en la endémica y
propia, que para nuestros turistas nos hace únicos y les
pone la piel de gallina recordando esos momentos, y por
supuesto, necesitando volver.
Jonatan Gómez
http://comunidad.hosteltur.com/jgomezpunzon/perfil

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