HIGH TECH HOTELES / PETIT PALACE HOTELES
Entre los tres accionistas minoritarios que pasan a controlar High Tech Hoteles está Inversiones el Piles, empresa asturiana dueña de un 24,4% de Duro Felguera, y que hasta ahora ostentaba un 10% de la hotelera y ahora tendrá un 54%. Junto a ella están también Edificio Miño, fondo de inversión privado vinculado a uno de los accionistas de Seguros Santa Lucía, que tenía un 6,5% y pasa al 11%, y General Oilex Company, grupo inmobiliario de origen sueco, que incrementa del 5% al 35%.
High Tech se puso en marcha hace 15 años por parte del equipo de Tryp, tras la venta de esta enseña a la familia Escarrer (Meliá). El equipo fundador, al que más tarde se sumaron el resto de accionistas, creó una enseña urbana que se vio penalizada en los años de la crisis por el alto precio de los alquileres y sus elevados costes de financiación. Fuentes del mercado apuntan que los nuevos dueños podrían estar interesados en poner en valor la compañía para revenderla posteriormente.
High Tech Hoteles es una joven y moderna cadena hotelera fundada en enero de 2001 por un grupo de profesionales del sector hotelero con amplia experiencia en la gestión de hoteles independientes o agrupados en redes.
Actualmente la Cadena cuenta con treinta y tres hoteles operativos en Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla, Málaga y Salamanca. Se trata de establecimientos hoteleros, ubicados prioritariamente en el centro histórico de las grandes ciudades. Los hoteles High Tech ocupan principalmente edificios emblemáticos, totalmente renovados y transformados en hoteles con servicios de vanguardia y con gran calidad de equipamiento, instalaciones y componentes.
Opera bajo dos marcas “High Tech Hoteles” y “Petit Palace Hoteles“, en ambos casos, hoteles de tamaño humano, con una media de 65 habitaciones por hotel,ubicados estratégicamente en edificios muy singulares de las grandes urbes, dotados con avances tecnológicos de última generación y servicios innovadores en todas sus habitaciones.
A día de hoy, High Tech Hoteles se perfila como la segunda cadena hotelera en número de hoteles, de la Capital de España.
La hotelera Petit Palace se encamina a su enésima metamorfosis. Nacida como High Tech en 2001, con atributos ligados a la tecnología, en 2014 apostó por la marca Petit Palace, en un giro hacia un modelo de hoteles pequeños y singulares. Y ahora se dispone a ir más allá en su apuesta. , Alfonso Castellano, consejero delegado de Petit Palace Hoteles, destaca la importancia que va a adquirir en el futuro de la compañía la nueva marca ICON, lanzada el pasado mes y que viene a convivir con la de Petit Palace. “El lanzamiento de ICON es el deseo de maximizar la singularidad de esos productos más diferenciados. Y para ello hemos inaugurado cinco al mismo tiempo: tres de ellos en el barrio de Salamanca en Madrid, uno en Barcelona y otro en Palma de Mallorca. Es toda una declaración de intenciones, ya tenemos cinco vivos y cada uno da un mensaje de máxima personalización”, recalca.De hecho, el plan estratégico de la compañía pasa por renovar al menos un tercio de la cartera de activos. “Entre 15 y 18 hoteles de nuestros hoteles van a ser ICON en tres años. Hay ahí una línea de crecimiento definida”, asegura.
La segunda pasa por crecer en Petit Palace o en modelos alternativos, como el de playa, y en servicios comerciales y de franquicia. “Tenemos claro que con el tipo de hoteles boutique y urbanos que están en nuestra cartera tenemos un capacidad muy limitada para generar crecimiento y una alternativa interesante pueden ser los hoteles de playa”, subraya. En mayo la firma entró a gestionar el primer hotel de playa, situado en Cala Murada (Manacor), con 48 habitaciones. “Creemos que las oportunidades de mejorar la gestión en distribución, venta directa o ingresos aplicadas en los hoteles urbanos se pueden aplicar en los vacacionales. En un potencial cambio de ciclo creemos que nos puede dar oportunidades de crecimiento. Necesitábamos probar hipótesis y el 1 de mayo abrimos el hotel Valparaiso. Por ahora estamos teniendo buenos resultados”, remarca. ¿Es extrapolable ese modelo a otros enclaves? Castellano asegura que sí, pero con condiciones. “El tamaño de Cala Murada es el mínimo para hacerlo rentable. En playa tienen que ser entre 100 y 200 habitaciones y tienen que estar conectados con aeropuertos que tengan una cuota importante de pasajeros que no vengan de turoperación. Eso limita las posibilidades a Palma de Mallorca, Canarias y algunas localizaciones en la costa de Malaga, Cadiz y Huelva”.
Ambas líneas de crecimiento están recogidas en el plan Horizonte 2020. “Este contempla que lleguemos a gestionar entre 40 y 50 propiedades, aunque la rapidez con la que está cambiando el sector nos obligará a cambiar nuestras previsiones. De hecho ya nos planteamos que para 2030 tendríamos que tener una capacidad con una colección de los 100 hoteles. Queremos construir unos cimientos sólidos a partir del aprendizaje del pasado y prepararnos a los cambios de ciclo”
Alfonso Castellano, consejero delegado de Petit Palace Hoteles
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