1.El modelo turístico español y la capacidad de carga
En
España, en los últimos tiempos, año tras año se pulverizan los récords en los
indicadores turísticos principales, en 2013 se superaron los 60 millones de
turistas internacionales recibidos, en 2014 se llegó a 65 millones y en 2015 se
alcanzaron los 68,2 millones, siendo las previsiones a corto plazo tendentes a seguir en
esta dinámica y pasar con creces de los 70 millones, incluso llegar a los 75 en
pocos años.
Por
otra parte, los residentes en España han vuelto a reavivar su demanda
turística, con cifras que superan anualmente los 150 millones de viajes
turísticos dentro del territorio nacional, realizando más de 325 millones de
excursiones al año.
Y
a raíz de todo esto nos planteamos si estas cifras, a pesar de ser positivas,
son sostenibles o no. Aquí surge el debate sobre la capacidad de carga de los
destinos turísticos, entendida como el límite más allá del cual la actividad
turística en ese destino es insostenible y perjudicial.
La capacidad de carga turística (CCT) es una forma de
medir o cuantificar la sostenibilidad turística, y al igual que ésta, presenta
un rasgo diferenciador, que es la multidimensionalidad. La CCT está relacionada
con el territorio, el medioambiente, el uso de recursos, las infraestructuras,
la conectividad, el equipamiento, el desarrollo local, la conservación de las
tradiciones culturales, etc. Por tanto, no es un límite absoluto, pues
para cada dimensión existe un umbral o restricción a no superar.
Así las cosas la capacidad de carga o acogida global de un
destino turístico viene determinada por la interrelación de todas sus
dimensiones en función de la dotación de recursos, el territorio y el factor
temporal, por ello la estacionalidad es otro de los factores determinantes. Por
ejemplo, un destino como España puede acoger 70 millones de turistas en un año,
pero no en un mes. De ahí, la gran preocupación por desestacionalizar la
demanda turística, pues cada vez los flujos turísticos se concentran más, en
2015 de los 68,2 millones de llegadas internacionales el 47% fue entre junio y
septiembre, mientras que en 2010 este porcentaje era del 36%. Además, las
llegadas de turistas internacionales a España se concentran en los destinos del
“Arco mediterráneo”, las regiones insulares y Madrid capital.
La CCT está relacionada con la evolución del mercado turístico (Van der Borg 1998), por tanto está ligada al
comportamiento del ciclo de vida de un destino turístico, es decir, los
umbrales o límites se superan cuando los flujos turísticos se reducen por
considerar por parte del turista que el destino ya está congestionado en exceso
y es poco atractivo.
Una reflexión de todo lo expuesto, es pensar que el alcanzar récord tras
récord durante años no es sostenible a medio plazo ni es beneficioso. No se ha
cuantificado si el límite está en 75 o en 100 millones de llegadas
internacionales al año, concentradas en los destinos de sol y playa y en el
periodo estival, pero lo que está claro es que existe un umbral que genera
efectos negativos a nivel social, económico, cultural y medioambiental. Se
plantea la posibilidad de utilizar técnicas
de Big Data para cuantificar la CCT asumible por cada destino
turístico concreto, en relación con ello sería de gran utilidad el Sistema de Inteligencia Turística del que SEGITTUR es
pionero.
Además, se da la preocupación de si el boom de la demanda ejerce efectos
negativos sobre la oferta turística al desincentivar la inversión, la
competitividad y calidad.
¿Cuál sería la solución al dilema “Turismo y sostenibilidad”?, en mi
modesta opinión, la solución pasaría por desestacionalizar la demanda por un
lado con medidas ya en marcha como es la de promover el turismo senior y, por
otro, el reparto de los flujos turísticos en territorios no congestionados,
para ello se debe incidir en el fomento del turismo de interior, al turismo de
compras, cultural, gastronómico, de naturaleza,… alternativas todas ellas al
“Sol y Playa”.
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