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viernes, 25 de noviembre de 2011



viernes, 18 de noviembre de 2011
VIDEOS DE TONI BOSCH JUNIOR (PESCA EN MENORCA)
http://www.youtube.com/results?search_query=TONITOSUB&oq=TONITOSUB&aq=f&aqi=g1&aql=&gs_sm=s&gs_upl=4925l6872l0l84

TURISMO A PIE O ANDANDO (PACO MARQUES)

GOLF EN MENORCA
Los hechos reales
Duncan Grant. Adminstrador Chief executive Golf Son Parc Menorca S.L. - Es Mercadal 18/11/2011 Enviar Imprimir A+ A-
El artículo de José María Pons Muñoz (“El turismo y el golf en Menorca”, con fecha 5 de octubre de 2011, página 19) plantea una serie de preguntas interesantes que, según él, “merece la pena hacerse”. Igualmente, merece la pena responderlas y, como administrador y copropietario del Golf Son Parc Menorca SL, el único campo de golf de la Isla, querría tratar de hacerlo.
El Sr Pons Muñoz se pregunta cuantos golfistas juegan en Son Parc. Antes de la reciente crisis económica, hemos alcanzado alrededor de un máximo de 20.000 vueltas de golf jugadas cada año, pero la mitad de ellas son de nuestros abonados (la mayoría de los cuales son residentes en la Isla y entre los cuales los abonados españoles son más numerosos que los extranjeros).
El Sr Pons Muñoz también pregunta si la Isla tendría la misma cantidad de turismo sin tener este campo de golf. En primer lugar, es importante entender la gran diferencia que existe entre el modelo de golf que tenemos en Menorca y los campos de otras zonas turísticas españolas. En los destinos de golf, como Mallorca o la Costa del Sol se encuentran muchos campos (más de 20 en Mallorca) y por esta razón son muy populares para las vacaciones de golf, donde los golfistas juegan en varios campos durante su visita. Cada campo de golf tiene sus propias características de longitud, de diseño, de dificultad, del terreno y así hace que la disponibilidad de múltiples campos sea esencial para la creación de un destino de golf. En Menorca tenemos algunas personas que vienen específicamente para jugar al golf en Son Parc y muchos de ellos regresan año tras año. Pero son solo una minoría de nuestros visitantes, la gran mayoría viene aquí para pasar unas vacaciones y el golf es una parte importante pero no el motivo principal.
Nosotros también queríamos saber por qué los jugadores vienen a Menorca de vacaciones y, por lo tanto, encargamos una encuesta realizada por el Departamento de Turismo en la Liverpool Hope University. Esta encuesta descubrió que a tres cuartas partes de los golfistas les gusta jugar al golf durante sus vacaciones y, para casi todos ellos, la presencia de un campo de golf es un factor esencial en la selección de un destino de vacaciones. Ya que normalmente solo juegan una o dos veces, el número de campos no es importante siempre y cuando el campo disponible sea de buena calidad. Sabemos que, en promedio, los visitantes que juegan en nuestro campo lo hacen dos veces. Estos significa que hay, en tiempos económicamente normales, unos 5.000 visitantes al año que juegan al golf (10 mil recorridos dividido por 2) y la gran mayoría de ellos no estarían en la Isla si no hubiese campo de golf. Si añadimos las familias de estos jugadores, hay quizás 15 o 20 mil visitantes para quienes la presencia de un campo de golf es un factor clave en la elección de su destino de vacaciones.
Otras investigaciones también muestran que los golfistas gastan mucho más que la mayoría de los otros turistas -hasta 4 veces más que el promedio- y típicamente un jugador gastará 115 euros por día durante su estancia, además de los gastos de alojamiento y del golf en sí. Por lo tanto, esos 5.000 traerán unos 4 millones de euros a los restaurantes, bares, tiendas, taxis, empresas de alquiler de coches y lugares de interés de Menorca, una contribución muy importante a su economía. Está claro que la mayoría de ellos no vendrían si no estuviese un campo de golf aquí y que afectaría bastante la economía de la Isla si se quedaran alejados de ella, sin duda alguna el coste sería de millones de euros. ¿Cuántas otras atracciones turísticas pueden pretender ofrecer beneficios tan grandes?
¿Entonces por qué es que, prácticamente en solitario de las tantas empresas que forman parte de la oferta turística de la Isla, este hermoso lugar se encuentra constantemente atacado? ¿Por qué está visto peor que los apartamentos, hoteles, supermercados, depósitos etc. que continuamente expanden hormigón sobre la superficie de la isla de Menorca? Quizás la respuesta está en la única frase del artículo que se eligió para destacar: “Un campo de golf de 18 hoyos requiere un aporte de agua descomunal”. Sí, pero ¿de dónde viene el agua? Aquí tenemos solamente dos fuentes de agua: la lluvia que cae sobre el campo y las aguas residuales que vienen de las estaciones depuradoras cercanas. No solo es ilegal el uso de agua dulce en un campo de golf (y de hecho, el golf es la única actividad con esta restricción legal, y tal vez sería digno de mirar en lugar del golf en el uso de agua dulce para el riego en otros tipos de ubicación no agrícolas) sino que las grandes cantidades que se necesitan costarían demasiado caras. Hemos operado este campo de golf desde hace 23 años. ¿Alguien puede creer seriamente que si hubiéramos estado utilizando agua dulce no nos habrían “pillado”?
Pero quiero ir más allá de eso y decir que el campo de golf no solo no es una amenaza para los acuíferos de Menorca, sino un beneficio definitivo. En primer lugar esto se debe a la superficie del césped del campo que captura la lluvia con más eficacia que las áreas naturales donde las superficies duras significan que la lluvia con frecuencia se corre de la superficie y acaba en el mar. Además, la estructura de las raíces de la hierba ayuda a filtrar y limpiar más el agua que reciben de las estaciones depuradoras. En segundo lugar, porque el agua es tan vital para nosotros y visto que a menudo no tenemos suficiente, la tratamos con gran respeto. Tenemos, lo que es casi seguro, el sistema de riego más sofisticado de la Isla, que está controlado por ordenador y opera principalmente durante la noche y temprano por la mañana. De este modo la evaporación se reduce al mínimo (a diferencia de muchos otros sistemas de riego de la Isla). El sistema de control nos permite enfocar el uso del agua precisamente en aquellas áreas que realmente lo necesitan, y no desperdiciar en los puntos que no lo necesitan; también se ajusta fácilmente a medida que cambia el tiempo.
Permítanme referirme finalmente a la cuestión que ha provocado el debate actual sobre el golf: si Menorca se beneficiará de la presencia de un segundo campo de golf. En primer lugar está la cuestión de si sería posible transformar Menorca en un destino de golf. En mi opinión, sería posible pero muy difícil de convertir esta isla en un destino importante para los golfistas. Está muy claro que la adición de un solo campo no sería suficiente, la mayoría de los golfistas quieren por lo menos tres campos diferentes para jugar si el golf es el principal objetivo de sus vacaciones. El costo de un nuevo campo de calidad adecuada llega al mínimo de 5 millones de euros y los ingresos actuales de los visitantes que juegan a golf aquí son una pequeña fracción de eso. Por tanto, es fácil ver que nadie va a invertir tal cantidad de dinero simplemente para construir un campo de golf; tiene que haber, y siempre hay, una cantidad grande de nueva construcción de chalés, bungalows, apartamentos y hoteles cerca de nuevos campos de golf. Aunque si esto es algo que la gente de la Isla quiere, también tenga que invertir en la mejora de las infraestructuras y, en particular, los vuelos. En España, la mayoría de las vacaciones de golf se lleva a cabo desde el otoño hasta la primavera. En este momento, en Menorca, entre noviembre y abril hay un solo vuelo por semana desde el extranjero, y alguien tendría que ofrecer una gran cantidad de subsidios para iniciar un cambio que permitiría a tres campos de golf de operar con éxito.
Como nuestro estudio mostró la presencia de un campo de golf es esencial, pero la adición de un segundo, no aumentará significativamente el número de visitantes. Por lo tanto, el principal resultado de un segundo campo será simplemente de dividir los ingresos existentes entre los dos campos que significa que ninguno de los dos sería económicamente viable.
La mayor parte de la crítica de nuestro campo de golf parece venir de aquellos que realmente no saben lo que es y cómo funciona. Así que me gustaría invitar a todos ellos: Venid a Son Parc, mirad alrededor del campo y os enseñaremos lo que hacemos para proteger y mejorar nuestro medio ambiente local. Coged un palo de golf y tirad unas cuantas bolas. Luego seréis capaces de basar vuestra opinión sobre hechos reales y no prejuicios y verdades a medias.
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07:30Huguet recomienda cohesión para evitar un estallido social
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Duncan Grant. Adminstrador Chief executive Golf Son Parc Menorca S.L. - Es Mercadal 18/11/2011 Enviar Imprimir A+ A-
El artículo de José María Pons Muñoz (“El turismo y el golf en Menorca”, con fecha 5 de octubre de 2011, página 19) plantea una serie de preguntas interesantes que, según él, “merece la pena hacerse”. Igualmente, merece la pena responderlas y, como administrador y copropietario del Golf Son Parc Menorca SL, el único campo de golf de la Isla, querría tratar de hacerlo.
El Sr Pons Muñoz se pregunta cuantos golfistas juegan en Son Parc. Antes de la reciente crisis económica, hemos alcanzado alrededor de un máximo de 20.000 vueltas de golf jugadas cada año, pero la mitad de ellas son de nuestros abonados (la mayoría de los cuales son residentes en la Isla y entre los cuales los abonados españoles son más numerosos que los extranjeros).
El Sr Pons Muñoz también pregunta si la Isla tendría la misma cantidad de turismo sin tener este campo de golf. En primer lugar, es importante entender la gran diferencia que existe entre el modelo de golf que tenemos en Menorca y los campos de otras zonas turísticas españolas. En los destinos de golf, como Mallorca o la Costa del Sol se encuentran muchos campos (más de 20 en Mallorca) y por esta razón son muy populares para las vacaciones de golf, donde los golfistas juegan en varios campos durante su visita. Cada campo de golf tiene sus propias características de longitud, de diseño, de dificultad, del terreno y así hace que la disponibilidad de múltiples campos sea esencial para la creación de un destino de golf. En Menorca tenemos algunas personas que vienen específicamente para jugar al golf en Son Parc y muchos de ellos regresan año tras año. Pero son solo una minoría de nuestros visitantes, la gran mayoría viene aquí para pasar unas vacaciones y el golf es una parte importante pero no el motivo principal.
Nosotros también queríamos saber por qué los jugadores vienen a Menorca de vacaciones y, por lo tanto, encargamos una encuesta realizada por el Departamento de Turismo en la Liverpool Hope University. Esta encuesta descubrió que a tres cuartas partes de los golfistas les gusta jugar al golf durante sus vacaciones y, para casi todos ellos, la presencia de un campo de golf es un factor esencial en la selección de un destino de vacaciones. Ya que normalmente solo juegan una o dos veces, el número de campos no es importante siempre y cuando el campo disponible sea de buena calidad. Sabemos que, en promedio, los visitantes que juegan en nuestro campo lo hacen dos veces. Estos significa que hay, en tiempos económicamente normales, unos 5.000 visitantes al año que juegan al golf (10 mil recorridos dividido por 2) y la gran mayoría de ellos no estarían en la Isla si no hubiese campo de golf. Si añadimos las familias de estos jugadores, hay quizás 15 o 20 mil visitantes para quienes la presencia de un campo de golf es un factor clave en la elección de su destino de vacaciones.
Otras investigaciones también muestran que los golfistas gastan mucho más que la mayoría de los otros turistas -hasta 4 veces más que el promedio- y típicamente un jugador gastará 115 euros por día durante su estancia, además de los gastos de alojamiento y del golf en sí. Por lo tanto, esos 5.000 traerán unos 4 millones de euros a los restaurantes, bares, tiendas, taxis, empresas de alquiler de coches y lugares de interés de Menorca, una contribución muy importante a su economía. Está claro que la mayoría de ellos no vendrían si no estuviese un campo de golf aquí y que afectaría bastante la economía de la Isla si se quedaran alejados de ella, sin duda alguna el coste sería de millones de euros. ¿Cuántas otras atracciones turísticas pueden pretender ofrecer beneficios tan grandes?
¿Entonces por qué es que, prácticamente en solitario de las tantas empresas que forman parte de la oferta turística de la Isla, este hermoso lugar se encuentra constantemente atacado? ¿Por qué está visto peor que los apartamentos, hoteles, supermercados, depósitos etc. que continuamente expanden hormigón sobre la superficie de la isla de Menorca? Quizás la respuesta está en la única frase del artículo que se eligió para destacar: “Un campo de golf de 18 hoyos requiere un aporte de agua descomunal”. Sí, pero ¿de dónde viene el agua? Aquí tenemos solamente dos fuentes de agua: la lluvia que cae sobre el campo y las aguas residuales que vienen de las estaciones depuradoras cercanas. No solo es ilegal el uso de agua dulce en un campo de golf (y de hecho, el golf es la única actividad con esta restricción legal, y tal vez sería digno de mirar en lugar del golf en el uso de agua dulce para el riego en otros tipos de ubicación no agrícolas) sino que las grandes cantidades que se necesitan costarían demasiado caras. Hemos operado este campo de golf desde hace 23 años. ¿Alguien puede creer seriamente que si hubiéramos estado utilizando agua dulce no nos habrían “pillado”?
Pero quiero ir más allá de eso y decir que el campo de golf no solo no es una amenaza para los acuíferos de Menorca, sino un beneficio definitivo. En primer lugar esto se debe a la superficie del césped del campo que captura la lluvia con más eficacia que las áreas naturales donde las superficies duras significan que la lluvia con frecuencia se corre de la superficie y acaba en el mar. Además, la estructura de las raíces de la hierba ayuda a filtrar y limpiar más el agua que reciben de las estaciones depuradoras. En segundo lugar, porque el agua es tan vital para nosotros y visto que a menudo no tenemos suficiente, la tratamos con gran respeto. Tenemos, lo que es casi seguro, el sistema de riego más sofisticado de la Isla, que está controlado por ordenador y opera principalmente durante la noche y temprano por la mañana. De este modo la evaporación se reduce al mínimo (a diferencia de muchos otros sistemas de riego de la Isla). El sistema de control nos permite enfocar el uso del agua precisamente en aquellas áreas que realmente lo necesitan, y no desperdiciar en los puntos que no lo necesitan; también se ajusta fácilmente a medida que cambia el tiempo.
Permítanme referirme finalmente a la cuestión que ha provocado el debate actual sobre el golf: si Menorca se beneficiará de la presencia de un segundo campo de golf. En primer lugar está la cuestión de si sería posible transformar Menorca en un destino de golf. En mi opinión, sería posible pero muy difícil de convertir esta isla en un destino importante para los golfistas. Está muy claro que la adición de un solo campo no sería suficiente, la mayoría de los golfistas quieren por lo menos tres campos diferentes para jugar si el golf es el principal objetivo de sus vacaciones. El costo de un nuevo campo de calidad adecuada llega al mínimo de 5 millones de euros y los ingresos actuales de los visitantes que juegan a golf aquí son una pequeña fracción de eso. Por tanto, es fácil ver que nadie va a invertir tal cantidad de dinero simplemente para construir un campo de golf; tiene que haber, y siempre hay, una cantidad grande de nueva construcción de chalés, bungalows, apartamentos y hoteles cerca de nuevos campos de golf. Aunque si esto es algo que la gente de la Isla quiere, también tenga que invertir en la mejora de las infraestructuras y, en particular, los vuelos. En España, la mayoría de las vacaciones de golf se lleva a cabo desde el otoño hasta la primavera. En este momento, en Menorca, entre noviembre y abril hay un solo vuelo por semana desde el extranjero, y alguien tendría que ofrecer una gran cantidad de subsidios para iniciar un cambio que permitiría a tres campos de golf de operar con éxito.
Como nuestro estudio mostró la presencia de un campo de golf es esencial, pero la adición de un segundo, no aumentará significativamente el número de visitantes. Por lo tanto, el principal resultado de un segundo campo será simplemente de dividir los ingresos existentes entre los dos campos que significa que ninguno de los dos sería económicamente viable.
La mayor parte de la crítica de nuestro campo de golf parece venir de aquellos que realmente no saben lo que es y cómo funciona. Así que me gustaría invitar a todos ellos: Venid a Son Parc, mirad alrededor del campo y os enseñaremos lo que hacemos para proteger y mejorar nuestro medio ambiente local. Coged un palo de golf y tirad unas cuantas bolas. Luego seréis capaces de basar vuestra opinión sobre hechos reales y no prejuicios y verdades a medias.
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07:30Huguet recomienda cohesión para evitar un estallido social
07:30Sin presidente no hay decisión
07:15"No sé si es lo mejor que yo me haga cargo del equipo"
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PROSTITUCION , ¿ SE LEGALIZA?
¿Y si legalizamos la prostitución en España?
Por A.Carlos
Me Gusta
7
Muchas son las personas que ven como algo denigrante el legalizar la prostitución en un país, aunque sinceramente, desde tiempos remotos, ésta profesión convive con nosotros y lo seguirá haciendo por mucho tiempo. Es por eso que se le llama "la profesión más antigua del mundo". Tenemos datos de la economía española, los cuales no son muy alentadores, del mismo modo que tenemos datos sobre el negocio de la prostitución. En un anterior artículo mencionábamos que los españoles, para bien o para mal, somos los más "puteros" de Europa, y se calcula que diariamente gastamos unos 50 millones de euros en éste tipo de servicios.
50 millones de euros que no pasan por el fisco y que no vendrían nada mal a las arcas del estado. En tiempos de crisis, y con una amenaza de una nueva recesión, creo que es de locos el plantear medidas de recortes y no plantear otro tipo de medidas que consistan en general ingresos. El negocio de la prostitución nos interesa que sea legal, pues aunque vaya en contra de la religión de algunos,de forma legal o ilegal lo vamos a tener. A menudo pensamos que el legalizar la prostitución en España incrementaría la trata de blancas y crearíamos el entorno perfecto para las mafias. Ese planteamiento es equívoco, pues legalizando este negocio, las "trabajadoras del sexo" no dependerían de un tercero y podrían ejercerla con total libertad.
¿Cual sería la situación legal para una prostituta?
Hoy día, una prostituta es una profesional como otra cualquiera, y así lo reconoce la Seguridad Social, por lo que no tiene ningún inconveniente legal para darse de alta como autónoma. Gloria Poyatos, una jueza española concienciada con la causa, demostró (al hacerse pasar por prostituta) que una mujer puede inscribirse sin ningún tipo de problema en la Tesorería de la Seguridad Social. Pueden cotizar, pagar impuestos por lo que ganan y acceder a prestaciones sociales.
Del mismo modo, y bajo el Régimen General de Trabajadores Autónomos, gracias a esa cotización no tendrían problema a la hora de jubilarse, del mismo modo que podrían acceder a seguros para recibir una prestación en periodos de embarazo o baja de cualquier tipo.
El problema al que se enfrenta una prostituta.
Una vez que una profesional de éste sector se convierte en autónoma, para ejercer la profesión de forma legal, debería facturar sus servicios al cliente. Quizás ese sea el mayor problema, pues una de las cosas que un cliente busca en éste tipo de servicios es la discreción, y con una factura a su nombre, la discreción se acaba.
Por otra parte, muchas prostitutas deciden ejercer éste tipo de negocio por necesidad y como algo temporal, por lo que el darse de alta como "trabajadora del sexo" sería marcarse de por vida.
Este tipo de problemas son los que tienen que resolver los organismos públicos para intentar buscar la forma de que una mujer pueda ejercer la profesión de forma legal y buscar la forma de no quedar "manchada" de por vida.
No obstante, existen otras muchas profesionales que no les avergüenza reconocer su profesión, y en caso de legalizar la prostitución no tendrían ningún inconveniente en darse de alta en la seguridad social. Legalizando la prostitución no se fomenta su aumento, más bien se regula, mejora las estadísticas de desempleo y engorda los ingresos del estado.
Mientras que en España miramos hacia otro lado cuando se habla de prostitución, ya son muchos los países que están aprovechando la profesión. Sin ir más lejos, Alemania, ante la imposibilidad de acabar con la prostitución en plena calle, no se ha dado por vencida, y han instalado una especie de parquímetros, para que las prostitutas abonen una cantidad diaria para poder ejercer la prostitución sin problema, por no olvidar Holanda, donde la prostitución no se persigue y eso permite que tengan total libertad y regulación.
¿Cual es tu postura frente a la legalización de la prostitución? Puedes dejar tu comentario.
Negocios1000.com
Por A.Carlos
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Muchas son las personas que ven como algo denigrante el legalizar la prostitución en un país, aunque sinceramente, desde tiempos remotos, ésta profesión convive con nosotros y lo seguirá haciendo por mucho tiempo. Es por eso que se le llama "la profesión más antigua del mundo". Tenemos datos de la economía española, los cuales no son muy alentadores, del mismo modo que tenemos datos sobre el negocio de la prostitución. En un anterior artículo mencionábamos que los españoles, para bien o para mal, somos los más "puteros" de Europa, y se calcula que diariamente gastamos unos 50 millones de euros en éste tipo de servicios.
50 millones de euros que no pasan por el fisco y que no vendrían nada mal a las arcas del estado. En tiempos de crisis, y con una amenaza de una nueva recesión, creo que es de locos el plantear medidas de recortes y no plantear otro tipo de medidas que consistan en general ingresos. El negocio de la prostitución nos interesa que sea legal, pues aunque vaya en contra de la religión de algunos,de forma legal o ilegal lo vamos a tener. A menudo pensamos que el legalizar la prostitución en España incrementaría la trata de blancas y crearíamos el entorno perfecto para las mafias. Ese planteamiento es equívoco, pues legalizando este negocio, las "trabajadoras del sexo" no dependerían de un tercero y podrían ejercerla con total libertad.
¿Cual sería la situación legal para una prostituta?
Hoy día, una prostituta es una profesional como otra cualquiera, y así lo reconoce la Seguridad Social, por lo que no tiene ningún inconveniente legal para darse de alta como autónoma. Gloria Poyatos, una jueza española concienciada con la causa, demostró (al hacerse pasar por prostituta) que una mujer puede inscribirse sin ningún tipo de problema en la Tesorería de la Seguridad Social. Pueden cotizar, pagar impuestos por lo que ganan y acceder a prestaciones sociales.
Del mismo modo, y bajo el Régimen General de Trabajadores Autónomos, gracias a esa cotización no tendrían problema a la hora de jubilarse, del mismo modo que podrían acceder a seguros para recibir una prestación en periodos de embarazo o baja de cualquier tipo.
El problema al que se enfrenta una prostituta.
Una vez que una profesional de éste sector se convierte en autónoma, para ejercer la profesión de forma legal, debería facturar sus servicios al cliente. Quizás ese sea el mayor problema, pues una de las cosas que un cliente busca en éste tipo de servicios es la discreción, y con una factura a su nombre, la discreción se acaba.
Por otra parte, muchas prostitutas deciden ejercer éste tipo de negocio por necesidad y como algo temporal, por lo que el darse de alta como "trabajadora del sexo" sería marcarse de por vida.
Este tipo de problemas son los que tienen que resolver los organismos públicos para intentar buscar la forma de que una mujer pueda ejercer la profesión de forma legal y buscar la forma de no quedar "manchada" de por vida.
No obstante, existen otras muchas profesionales que no les avergüenza reconocer su profesión, y en caso de legalizar la prostitución no tendrían ningún inconveniente en darse de alta en la seguridad social. Legalizando la prostitución no se fomenta su aumento, más bien se regula, mejora las estadísticas de desempleo y engorda los ingresos del estado.
Mientras que en España miramos hacia otro lado cuando se habla de prostitución, ya son muchos los países que están aprovechando la profesión. Sin ir más lejos, Alemania, ante la imposibilidad de acabar con la prostitución en plena calle, no se ha dado por vencida, y han instalado una especie de parquímetros, para que las prostitutas abonen una cantidad diaria para poder ejercer la prostitución sin problema, por no olvidar Holanda, donde la prostitución no se persigue y eso permite que tengan total libertad y regulación.
¿Cual es tu postura frente a la legalización de la prostitución? Puedes dejar tu comentario.
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UN CERCLE VICIOS
Un cercle viciós
Alfons Méndez i Vidal 18/11/2011 Enviar Imprimir A+ A-
Des de l’entrada de l’euro, els governs dels països perifèrics, com Espanya, s’han acostumat a pagar uns tipus d’interès molt baixos. Abans de la moneda única, el tipus d’interès dels bons espanyols a 10 anys, que el 1995 era del 12%, va caure el 1999 al 5%, un valor que amb poques variacions s’ha mantingut fins a l’actualitat. Aquesta davallada va tenir un efecte molt important en el pressupost de l’Estat, que va poder destinar milers d’euros a noves despeses, i ha estat una de les bases de la bonança dels comptes públics els anys de l’expansió econòmica. Aquesta va ser la pastanaga que perseguia el govern grec en entrar en l’euro: reduir dràsticament el pagament del deute i repartir aquests diners en forma de millors serveis públics i majors pensions i subvencions. Aquest és també el pal que intenta evitar Grècia quan s’esforça per no sortir de l’euro: haver de tornar a pagar els interessos que abans eren normals.
Els interessos van disminuir perquè els inversors van interpretar que els Governs que tinguessin l’euro serien molt seriosos en l’administració del seu pressupost, com ho són Alemanya i França, i per tant era gairebé impossible que deixessin de pagar els deutes. La crítica situació de Grècia (que havia falsificat els seus comptes per entrar a l’euro), va obligar a què els països europeus i el Fons Monetari Internacional haguessin d’intervenir per ajudar al país hel·lènic a pagar al deute públic. Llavors els inversors van comprendre que s’havien equivocat i que no hi havia gaire diferència entre estar dins o fora de l’euro. De fet la seva ira prové de que senten que han estat enganats. Aquesta opinió es va reforçar quan primer Irlanda i després Portugal van patir els mateixos problemes de Grècia. La puntilla ha estat quan el primer rescat d’aquest darrer país s’ha demostrat insuficient i s’ha hagut d’aprovar un altre.
La crisi del deute sobirà no és res més que l’augment del tipus d’interès als països de l’euro que fins ara es beneficiaven d’una reducció dels interessos que els cobraven els mercats i que s’ha comprovat que estava infundada. Per açò augmenten les primes de risc. El pànic dels inversors prové del fet que si un particular, malgrat els seus esforços, no pot pagar al banc, aquest acaba executant la hipoteca.... Però els Estats no han garantit el deute! Per tant el risc al que s’enfronta un banc amb els Governs és total i per açò les reaccions són tan radicals: és la por a perdre-ho tot d’un dia per l’altre.
Quan el pànic financer s’agreuja es crea un cercle viciós: com que es veu que el Govern no podrà pagar el deute, augmenten els tipus d’interès i, en augmentar els pagaments que els Estats han de fer, es fa més probable que no paguin. Al final acaba passant l’impensable: el Govern no pot fer front al deute. En economia aquest fenomen es coneix com les “profecies autocomplertes” i se sembla a quan tothom diu que un partit polític guanyarà les eleccions i llavors tothom el vota perquè pensa que serà el partit guanyador i açò fa que acabi guanyant les eleccions.
Algú pensarà que estic donant una visió molt benèvola dels mercats. Res més allunyat del meu pensament. Els problemes de finançament dels Estats provenen de l’ofegament al que els estan sotmetent els creditors i, tot i que el risc d’insolvència hi juga un paper també hi entren l’especulació i l’abús. El funcionament de la borsa permet que hi hagi especulació, és a dir que inversors amb molts recursos facin compres i vendes perquè altres persones els imitin i es creï una allau o bolla de neu en la qual acaben guanyant molts diners. Tanmateix, l’especulació no és exclusiva del deute públic, sinó que pot afectar tots els títols que cotitzen en borsa. L’escriptor francès Zola va descriure de forma molt viva aquest fenomen en el seu llibre del 1891 “El diner”, inspirat en un fet real ocorregut el 1882, en el qual s’especulava amb les accions d’un banc. Es tracta d’un joc que té una part legal, la compra i la venda d’accions i obligacions, i una part bruta, basada en els rumors interessats i les notícies falses, coses que hem vist els darrers mesos en relació al deute dels països amb problemes.
Açò tampoc difereix gaire del tracte que ens donen els bancs quan tenim deutes. Els bancs ens tracten bé si podem pagar, però si veuen que podem tenir dificultats per complir ens comencen a escanyar. Els bancs et posen un paraigües quan no plou i te’l lleven quan comença a ploure. Es tracta d’una combinació de por a què deixem de complir d’abús en veure que els necessitam de debó. Als Estats els passa igual: els mercats els han asfixiat quan els han vist en dificultats. Tanmateix, aquest és sempre un risc i quan els Estats emeten deute l’estan acceptant. Els bancs són responsables d’obtenir la major rendibilitat possible i aconseguir que se’ls retornin els préstecs; els Governs són responsables de gestionar els pressuposts públics per prestar els serveis que demanen els ciutadans sense incórrer en riscos excessius. L’especulació ruïnosa és selectiva: només són atacats els títols d’empreses o països que ja tenen problemes. En la crisi actual, alguns polítics han actuat de forma irresponsable, sense tenir en compte els perills que suposava incórrer en un dèficit.
Fa un any i mig, els mercats confiaven més en l’economia italiana que en l’espanyola, que es pensava que seria el següent país en necessitar un rescat financer. El Govern espanyol va dissenyar un conjunt de mesures de reducció de la despesa i augment dels impostos que ha anat posant en pràctica ràpidament. És evident que no totes les retallades i reformes aplicades han estat afortunades, però la seva simple existència ha tranquil·litzat els inversors.
En tot cas, no hauríem de descartar que s’hagin de prendre noves mesures per tranquil·litzar els inversors, perquè sempre serà millor actuar prest que tard, ja que quan més temps passa els sacrificis acaben sent majors. Ara bé també és cert que quan en els mercats predomina la por i l’especulació (que molts cops vénen de la mà), no hi ha cap reforma ni cap ajustament del pressupost públic que els pugui apaivagar. En aquests casos, cal intervenir directament en els mercats, com ja s’ha fet en dues ocasions: una limitant la possibilitat de fer apostes a la baixa i una altra habilitant al Banc Central europeu per comprar títols de deute dels Estats i així combatre als que estaven venent i feien baixar la cotització. Aquestes armes són el millor antídot en situacions en què predomina el component irracional i s’ha demostrat que són efectives a curt termini per aturar una espiral de pànic, però tenen un efecte limitat en el temps i només serveixen si realment no hi ha problemes econòmics de fons.
En conclusió, és cert que els mercats obliguen als Estats a prendre decisions doloroses i que actuen al marge de les normes democràtiques. Quan comencen els problemes hi ha especuladors que abusen de la seva posició i intenten enfonsar el deute del país aprofitant la por d’altres inversors. Vist des d’aquesta perspectiva, l’existència de deute públic és el major atemptat que existeix a la sobirania nacional, tot i que només és víctima de l’especulació el país que se situa en una situació dubtosa. En tot cas, açò també ens passa als particulars: els deutes són el major perill a la nostra autonomia personal i ens poden portar a situacions molt desagradables. Tanmateix, aquest risc no ens fa evitar qualsevol deute, sinó que només ens fa seguir dues regles: primer ser selectius i demanar crèdits per comprar coses veritablement necessàries, i, segon, mesurar la quantitat demanada de manera que la puguem pagar. Els polítics haurien d’actuar igual que ho procura fer un bon pare de família o un ordenat comerciant: dirigir la despesa pública a actuacions amb veritable utilitat social, i extremar la prudència i deixar un marge de seguretat perquè el país sempre pugui fer front als deutes i no caigui en cap cercle viciós.
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Alfons Méndez i Vidal 18/11/2011 Enviar Imprimir A+ A-
Des de l’entrada de l’euro, els governs dels països perifèrics, com Espanya, s’han acostumat a pagar uns tipus d’interès molt baixos. Abans de la moneda única, el tipus d’interès dels bons espanyols a 10 anys, que el 1995 era del 12%, va caure el 1999 al 5%, un valor que amb poques variacions s’ha mantingut fins a l’actualitat. Aquesta davallada va tenir un efecte molt important en el pressupost de l’Estat, que va poder destinar milers d’euros a noves despeses, i ha estat una de les bases de la bonança dels comptes públics els anys de l’expansió econòmica. Aquesta va ser la pastanaga que perseguia el govern grec en entrar en l’euro: reduir dràsticament el pagament del deute i repartir aquests diners en forma de millors serveis públics i majors pensions i subvencions. Aquest és també el pal que intenta evitar Grècia quan s’esforça per no sortir de l’euro: haver de tornar a pagar els interessos que abans eren normals.
Els interessos van disminuir perquè els inversors van interpretar que els Governs que tinguessin l’euro serien molt seriosos en l’administració del seu pressupost, com ho són Alemanya i França, i per tant era gairebé impossible que deixessin de pagar els deutes. La crítica situació de Grècia (que havia falsificat els seus comptes per entrar a l’euro), va obligar a què els països europeus i el Fons Monetari Internacional haguessin d’intervenir per ajudar al país hel·lènic a pagar al deute públic. Llavors els inversors van comprendre que s’havien equivocat i que no hi havia gaire diferència entre estar dins o fora de l’euro. De fet la seva ira prové de que senten que han estat enganats. Aquesta opinió es va reforçar quan primer Irlanda i després Portugal van patir els mateixos problemes de Grècia. La puntilla ha estat quan el primer rescat d’aquest darrer país s’ha demostrat insuficient i s’ha hagut d’aprovar un altre.
La crisi del deute sobirà no és res més que l’augment del tipus d’interès als països de l’euro que fins ara es beneficiaven d’una reducció dels interessos que els cobraven els mercats i que s’ha comprovat que estava infundada. Per açò augmenten les primes de risc. El pànic dels inversors prové del fet que si un particular, malgrat els seus esforços, no pot pagar al banc, aquest acaba executant la hipoteca.... Però els Estats no han garantit el deute! Per tant el risc al que s’enfronta un banc amb els Governs és total i per açò les reaccions són tan radicals: és la por a perdre-ho tot d’un dia per l’altre.
Quan el pànic financer s’agreuja es crea un cercle viciós: com que es veu que el Govern no podrà pagar el deute, augmenten els tipus d’interès i, en augmentar els pagaments que els Estats han de fer, es fa més probable que no paguin. Al final acaba passant l’impensable: el Govern no pot fer front al deute. En economia aquest fenomen es coneix com les “profecies autocomplertes” i se sembla a quan tothom diu que un partit polític guanyarà les eleccions i llavors tothom el vota perquè pensa que serà el partit guanyador i açò fa que acabi guanyant les eleccions.
Algú pensarà que estic donant una visió molt benèvola dels mercats. Res més allunyat del meu pensament. Els problemes de finançament dels Estats provenen de l’ofegament al que els estan sotmetent els creditors i, tot i que el risc d’insolvència hi juga un paper també hi entren l’especulació i l’abús. El funcionament de la borsa permet que hi hagi especulació, és a dir que inversors amb molts recursos facin compres i vendes perquè altres persones els imitin i es creï una allau o bolla de neu en la qual acaben guanyant molts diners. Tanmateix, l’especulació no és exclusiva del deute públic, sinó que pot afectar tots els títols que cotitzen en borsa. L’escriptor francès Zola va descriure de forma molt viva aquest fenomen en el seu llibre del 1891 “El diner”, inspirat en un fet real ocorregut el 1882, en el qual s’especulava amb les accions d’un banc. Es tracta d’un joc que té una part legal, la compra i la venda d’accions i obligacions, i una part bruta, basada en els rumors interessats i les notícies falses, coses que hem vist els darrers mesos en relació al deute dels països amb problemes.
Açò tampoc difereix gaire del tracte que ens donen els bancs quan tenim deutes. Els bancs ens tracten bé si podem pagar, però si veuen que podem tenir dificultats per complir ens comencen a escanyar. Els bancs et posen un paraigües quan no plou i te’l lleven quan comença a ploure. Es tracta d’una combinació de por a què deixem de complir d’abús en veure que els necessitam de debó. Als Estats els passa igual: els mercats els han asfixiat quan els han vist en dificultats. Tanmateix, aquest és sempre un risc i quan els Estats emeten deute l’estan acceptant. Els bancs són responsables d’obtenir la major rendibilitat possible i aconseguir que se’ls retornin els préstecs; els Governs són responsables de gestionar els pressuposts públics per prestar els serveis que demanen els ciutadans sense incórrer en riscos excessius. L’especulació ruïnosa és selectiva: només són atacats els títols d’empreses o països que ja tenen problemes. En la crisi actual, alguns polítics han actuat de forma irresponsable, sense tenir en compte els perills que suposava incórrer en un dèficit.
Fa un any i mig, els mercats confiaven més en l’economia italiana que en l’espanyola, que es pensava que seria el següent país en necessitar un rescat financer. El Govern espanyol va dissenyar un conjunt de mesures de reducció de la despesa i augment dels impostos que ha anat posant en pràctica ràpidament. És evident que no totes les retallades i reformes aplicades han estat afortunades, però la seva simple existència ha tranquil·litzat els inversors.
En tot cas, no hauríem de descartar que s’hagin de prendre noves mesures per tranquil·litzar els inversors, perquè sempre serà millor actuar prest que tard, ja que quan més temps passa els sacrificis acaben sent majors. Ara bé també és cert que quan en els mercats predomina la por i l’especulació (que molts cops vénen de la mà), no hi ha cap reforma ni cap ajustament del pressupost públic que els pugui apaivagar. En aquests casos, cal intervenir directament en els mercats, com ja s’ha fet en dues ocasions: una limitant la possibilitat de fer apostes a la baixa i una altra habilitant al Banc Central europeu per comprar títols de deute dels Estats i així combatre als que estaven venent i feien baixar la cotització. Aquestes armes són el millor antídot en situacions en què predomina el component irracional i s’ha demostrat que són efectives a curt termini per aturar una espiral de pànic, però tenen un efecte limitat en el temps i només serveixen si realment no hi ha problemes econòmics de fons.
En conclusió, és cert que els mercats obliguen als Estats a prendre decisions doloroses i que actuen al marge de les normes democràtiques. Quan comencen els problemes hi ha especuladors que abusen de la seva posició i intenten enfonsar el deute del país aprofitant la por d’altres inversors. Vist des d’aquesta perspectiva, l’existència de deute públic és el major atemptat que existeix a la sobirania nacional, tot i que només és víctima de l’especulació el país que se situa en una situació dubtosa. En tot cas, açò també ens passa als particulars: els deutes són el major perill a la nostra autonomia personal i ens poden portar a situacions molt desagradables. Tanmateix, aquest risc no ens fa evitar qualsevol deute, sinó que només ens fa seguir dues regles: primer ser selectius i demanar crèdits per comprar coses veritablement necessàries, i, segon, mesurar la quantitat demanada de manera que la puguem pagar. Els polítics haurien d’actuar igual que ho procura fer un bon pare de família o un ordenat comerciant: dirigir la despesa pública a actuacions amb veritable utilitat social, i extremar la prudència i deixar un marge de seguretat perquè el país sempre pugui fer front als deutes i no caigui en cap cercle viciós.
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jueves, 17 de noviembre de 2011
ADIOS AL JEFE
Adiós al jefe
martes, 15 de noviembre de 2011
Una de las ventajas de tener un negocio propio es que la figura del superior desaparece: el emprendedor es el dueño de su destino empresarial. Este libro ofrece ideas prácticas para montar una empresa.
¿Ganar dinero, cumplir un sueño de juventud o convertirse en el propio jefe? Lo que motiva a una persona para establecer un negocio por cuenta propia puede ser cualquiera de estas razones o una mezcla de todas. Pero el riesgo que entraña y la nada favorecedora coyuntura económica hacen recular a los potenciales emprendedores. Luke Johnson, presidente de Risk Capital Partners, columnista de Financial Times, y en la década de los 90 presidente y copropietario de PizzaExpres, vuelca en Adiós al jefe (Editorial Conecta) sus conclusiones de más de veinte años de experiencia como empresario y ofrece a aquellos que tienen en mente ser su propio jefe una guía para convertirse en emprendedor.
"Cada época trae consigo unas innovaciones que ofrecen grandes recompensas y atraen al capital riesgo", explica Johnson. Con esta afirmación el autor destierra la idea de que la actualidad no es una buena época para montar una empresa. "Nunca le sonreirá la suerte a aquel que aguarda el momento oportuno para iniciarse como empresario".
A partir de aquí, el autor habla de los comienzos del emprendedor. En los que aparece, como no, el fracaso. En concreto, Johnson habla de su propia experiencia: "En tiempos como los presentes, cuando la seguridad es lo que cuenta y hay una tremenda aversión al riesgo, puede parecer que los aspectos negativos de un fracaso son siempre peores que las ventajas de un triunfo. Sin embargo, esa actitud lleva al estancamiento, en especial para el emprendedor en ciernes, quien siempre puede optar por la salida menos arriesgada, que es aceptar el trabajo como viene. Y no soy el único que ha tenido su cuota de fracaso: todos los amantes del riesgo han pasado por problemas de uno u otro tipo".
Frank Mars, fundador de la empresa de golosinas Mars, quebró dos veces antes de dar con la fórmula de los conocidos Mars. Richard Branson, creador de la aerolínea Virgin Atlantic, "tuvo problemas financieros y un sábado se encontró en su casa con el director de Cottus Bank, que le exigía la devolución inmediata del monto total del descubierto de Virgin", cuenta el autor.
¿Qué es lo que hace seguir adelante? La ambición. Éste es el impulso, el espíritu que ha guiado todas las grandes empresas, y que hace dejar de lado las excusas que posponen la creación de un negocio. ¿Cuáles son?
Falta de capital: El eterno obstáculo de los emprendedores. Johnson aconseja acudir a los fondos propios, a la financiación institucional y a la privada, entre otras. "Nunca ha sido fácil conseguir dinero, de modo que hay que ser bueno… e insistente".
Ingresos: Un sueldo fijo a final de mes es una garantía y una razón de peso para no embarcarse en ninguna aventura empresarial. Por eso, cuando se oye la trayectoria de un emprendedor que dejó todo por su negocio causa sorpresa y admiración. "Todo lo que vale en la vida requiere un sacrificio. La otra posibilidad es dejar pasar las oportunidades y lamentarlo el resto de la vida".
Esperar la gran idea: No hace falta esperar a que venga a la mente un concepto rompedor y totalmente distinto a lo que ya existe en el mercado.
Aversión al riesgo: Es algo inherente a la creación de una empresa, pero el deseo de ganar debe ser superior.
"Nunca es el momento perfecto para iniciar el viaje, pero si alguien tiene ambición y está dispuesto a esforzarse, que no se ponga más excusas. Que salga de las trincheras y empiece a dar guerra".
Desterrar ideas
Otro de los obstáculos que frenan el espíritu emprendedor son las ideas preconcebidas acerca de los creadores de empresas. El autor de Adiós al jefe desmonta algunas de estas creencias comunes:
El dinero es la principal motivación: Según Johnson, el dinero es un modo de sumar puntos y de conseguir capital para el siguiente proyecto.
Lo que importa es la idea: Hacer que funcione esa idea, es decir, la ejecución es lo que realmente cuenta.
Los emprendedores nacen, no se hacen: Nadie está programado genéticamente para montar un negocio.
La mayoría de las nuevas empresas fracasa: El riesgo forma parte del mero hecho de emprender. Y por eso hay que saber manejarlo. Por lo general, dice Johnson, los negocios fracasan por una mala gestión, más que por causas externas.
Adiós al jefe se trata de un empujón para todos aquellos potenciales empresarios que por una causa u otra han ido aparcando su idea de tener un negocio propio. Ahora más que nunca se necesitan emprendedores.
martes, 15 de noviembre de 2011
Una de las ventajas de tener un negocio propio es que la figura del superior desaparece: el emprendedor es el dueño de su destino empresarial. Este libro ofrece ideas prácticas para montar una empresa.
¿Ganar dinero, cumplir un sueño de juventud o convertirse en el propio jefe? Lo que motiva a una persona para establecer un negocio por cuenta propia puede ser cualquiera de estas razones o una mezcla de todas. Pero el riesgo que entraña y la nada favorecedora coyuntura económica hacen recular a los potenciales emprendedores. Luke Johnson, presidente de Risk Capital Partners, columnista de Financial Times, y en la década de los 90 presidente y copropietario de PizzaExpres, vuelca en Adiós al jefe (Editorial Conecta) sus conclusiones de más de veinte años de experiencia como empresario y ofrece a aquellos que tienen en mente ser su propio jefe una guía para convertirse en emprendedor.
"Cada época trae consigo unas innovaciones que ofrecen grandes recompensas y atraen al capital riesgo", explica Johnson. Con esta afirmación el autor destierra la idea de que la actualidad no es una buena época para montar una empresa. "Nunca le sonreirá la suerte a aquel que aguarda el momento oportuno para iniciarse como empresario".
A partir de aquí, el autor habla de los comienzos del emprendedor. En los que aparece, como no, el fracaso. En concreto, Johnson habla de su propia experiencia: "En tiempos como los presentes, cuando la seguridad es lo que cuenta y hay una tremenda aversión al riesgo, puede parecer que los aspectos negativos de un fracaso son siempre peores que las ventajas de un triunfo. Sin embargo, esa actitud lleva al estancamiento, en especial para el emprendedor en ciernes, quien siempre puede optar por la salida menos arriesgada, que es aceptar el trabajo como viene. Y no soy el único que ha tenido su cuota de fracaso: todos los amantes del riesgo han pasado por problemas de uno u otro tipo".
Frank Mars, fundador de la empresa de golosinas Mars, quebró dos veces antes de dar con la fórmula de los conocidos Mars. Richard Branson, creador de la aerolínea Virgin Atlantic, "tuvo problemas financieros y un sábado se encontró en su casa con el director de Cottus Bank, que le exigía la devolución inmediata del monto total del descubierto de Virgin", cuenta el autor.
¿Qué es lo que hace seguir adelante? La ambición. Éste es el impulso, el espíritu que ha guiado todas las grandes empresas, y que hace dejar de lado las excusas que posponen la creación de un negocio. ¿Cuáles son?
Falta de capital: El eterno obstáculo de los emprendedores. Johnson aconseja acudir a los fondos propios, a la financiación institucional y a la privada, entre otras. "Nunca ha sido fácil conseguir dinero, de modo que hay que ser bueno… e insistente".
Ingresos: Un sueldo fijo a final de mes es una garantía y una razón de peso para no embarcarse en ninguna aventura empresarial. Por eso, cuando se oye la trayectoria de un emprendedor que dejó todo por su negocio causa sorpresa y admiración. "Todo lo que vale en la vida requiere un sacrificio. La otra posibilidad es dejar pasar las oportunidades y lamentarlo el resto de la vida".
Esperar la gran idea: No hace falta esperar a que venga a la mente un concepto rompedor y totalmente distinto a lo que ya existe en el mercado.
Aversión al riesgo: Es algo inherente a la creación de una empresa, pero el deseo de ganar debe ser superior.
"Nunca es el momento perfecto para iniciar el viaje, pero si alguien tiene ambición y está dispuesto a esforzarse, que no se ponga más excusas. Que salga de las trincheras y empiece a dar guerra".
Desterrar ideas
Otro de los obstáculos que frenan el espíritu emprendedor son las ideas preconcebidas acerca de los creadores de empresas. El autor de Adiós al jefe desmonta algunas de estas creencias comunes:
El dinero es la principal motivación: Según Johnson, el dinero es un modo de sumar puntos y de conseguir capital para el siguiente proyecto.
Lo que importa es la idea: Hacer que funcione esa idea, es decir, la ejecución es lo que realmente cuenta.
Los emprendedores nacen, no se hacen: Nadie está programado genéticamente para montar un negocio.
La mayoría de las nuevas empresas fracasa: El riesgo forma parte del mero hecho de emprender. Y por eso hay que saber manejarlo. Por lo general, dice Johnson, los negocios fracasan por una mala gestión, más que por causas externas.
Adiós al jefe se trata de un empujón para todos aquellos potenciales empresarios que por una causa u otra han ido aparcando su idea de tener un negocio propio. Ahora más que nunca se necesitan emprendedores.

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LOS MERCADOS, CRISIS DE LA DEUDA
La crisi del deute (I)
Existeix la dictadura dels mercats?
La pregunta inicial que encapçala aquest article no pot ser més retòrica. És evident que els mercats condicionen el comportament dels Governs: fa pocs dies hem vist com han fet caure presidents de països com Grècia o Itàlia. Tanmateix no és tan fàcil d’esbrinar com és possible que s’arribi a aquest extrem, que en sentit estricte posaria en qüestió el funcionament de les nostres democràcies, ni entendre quines en són les conseqüències. La confusió té la seva causa en què els economistes i els mitjans de comunicació es refereixen a les qüestions referents al deute públic amb un llenguatge gens accessible als ciutadans. La informació prima sobre l’explicació i al capdavall sabem què ha passat però no el significat de tot plegat.
Per aportar una mica de comprensió al tema, crec que hem de retornar al sentit original de la paraula economia , que ve del grec “oikonomia” i està emparentada amb el mot que en aquest idioma designa la mestressa de casa. Primer es va aplicar als ecònoms eclesiàstics, que són els que administren els béns de l’església per açò la podríem traduir com “administració de la casa”. Així per entendre el deute públic no hi ha res millor que veure què ens passa als particulars i a les empreses quan ens endeutam, perquè l’Estat pateix la majoria dels nostres problemes.
Els que poden entendre millor aquest tema són els que estan endeutats amb els bancs. Un dia, quan vaig felicitar una persona que s’havia comprat una casa, em va contestar: “Un dia el pis serà meu, però de moment és del banc”, perquè la finançava amb un crèdit hipotecari. Quan l’Estat s’endeuta li passa igual: queda en mans del qui li dóna crèdit. I qui són els creditors? En alguns casos, com la majoria dels ajuntaments i algunes comunitats autònomes són els bancs, igual que en el cas dels particulars, però l’Estat Central, la majoria de comunitats autònomes i els ajuntaments més grans no solen acudir als bancs, emeten títols de deute públic (lletres del tresor, bons i obligacions), els quals els compradors poden vendre a la borsa, on entren en el joc de compres i vendes com qualsevol acció: per açò es diu que van als “mercats”. Per què els compradors coneguin la seguretat que tenen els títols que cotitzen en borsa, les agències de qualificació els posen una nota, coneguda també com “rating”. La nota més alta és AAA. Quan aquestes agències rebaixen la nota, volen dir als inversors que les accions o obligacions són més arriscades i açò fa que aquests demanin una major remuneració, en forma d’un tipus d’interès més alt, d’aquí la por dels Estats a què es rebaixi la nota del seu deute. La qualificació es fa a tots els títols que cotitzen als mercats i no és exclusiva del deute públic.
La millor manera d’entendre el paper dels mercats és pensar que són els que donen crèdit a l’Estat, com els bancs ens donen als particulars. No hi ha ningú que obligui l’Estat i altres administracions a anar als mercats: hi van perquè és la manera més barata de finançar-se, ja que per crèdits tan grans com els que acostumen a demanar, els bancs els demanarien un tipus d’interès més alt. Per tant, l’Estat es posa en mans dels mercats per pura conveniència, igual que noltros quan volem comprar una casa o un cotxe: és la necessitat de fer compres i pagaments d’un import superior al que podem pagar amb els ingressos habituals la que ens endeutem. Com em deia fa anys un empresari menorquí el que el banc ens dóna és temps, temps per anar arreplegant els doblers que hem de menester per comprar i per invertir.
Tanmateix, hi ha un element que fa diferent el deute públic dels crèdits privats: són les garanties. Els bancs sempre demanen garanties als particulars, que en els crèdits personals per petites compres consisteixen en el suport d’una nòmina o una font d’ingressos segura, però quan l’import és elevat és sempre la hipoteca d’una propietat. En canvi, les administracions públiques pràcticament mai garanteixen els seus deutes, siguin grans o petits, amb hipoteques. Açò es deu a què l’Administració té la potestat tributària: pot recaptar impostos. Com que la imposició d’impostos no té cap límit quantitatiu, en teoria, l’Estat sempre pot pagar els deutes, si és necessari pujant els impostos.
En situacions normals, l’Administració paga els deutes i ningú es planteja si els mercats exerceixen cap mena de tirania o poder antidemocràtic. Quan els ingressos de l’Estat no són suficients per pagar les despeses, emet deute, que els inversors dels mercats compren i així l’Administració pot pagar els seus deutes. Però si el dèficit és molt gros i es reitera en el temps, els inversors comencen a tenir dubtes de si l’Estat realment els podrà tornar els doblers, especialment si el Govern augmenta els impostos i no aconsegueix eliminar la diferència entre ingressos i despeses. Al capdavall, el Govern en la pràctica no pot pujar els impostos eternament, perquè arriba un punt en què la recaptació no creix, ja que la gent reacciona i deixa de comprar les coses que estan gravades per aquests impostos. En cas de crisi econòmica el consum disminueix i els increments nominals dels impostos no aconsegueixen una major recaptació.
Llavors, els inversors dels mercats s’enrecorden que tots els Estats un dia o un altre han deixat de pagar els deutes, a vegades de forma temporal, però en ocasions han fet com les empreses en dificultats i han forçat als creditors a què els perdonessin una part dels crèdits. L’exemple històric més prominent són les tres suspensions de pagaments que va declarar Felip II en el seu regnat (1557, 1575 i 1596). Modernament molts països s’han declarat en fallida, tants que hi ha llibres sencers dedicats a aquests afers. A finals del segle XX els països llatinoamericans van escriure molts capítols sobre el tema que, fet i fet ha afectat a molts països en vies de desenvolupament. Abans de la Segona Guerra Mundial aquestes fallides foren protagonitzades per països seriosos com els Estats Units (1934), Alemanya (1932 i 1939) o Japó (1942). Aquests darrers exemples són dels anys trenta i el paral·lelisme que han fet els mitjans de comunicació entre la crisi actual i la del 1929 ha exacerbat la manca de confiança dels mercats.
En aquest moment apareix el sentiment més perillós del món: la por. Els inversors pensen que corren el risc de deixar de cobrar els interessos, o haver d’esperar per recuperar el capital i si la situació empitjora comencen a témer la possibilitat de perdre part del capital prestat. La qüestió és d’actualitat perquè fa poc es va decidir que els bancs que tenen títols públics grecs, només en cobrarien la meitat. La reacció dels mercats és que demanen un interès superior. Açò és el que medeix la tan esmentada “prima de risc”: és la diferència entre l’interès que es paga pels bons d’un país (per exemple Espanya) a 10 anys i els d’Alemanya (aproximadament el 2%). Si la prima d’Espanya és de 400 punts, el diferencial és del 4%, és a dir que l’interès espanyol és del 6%. Els estats emeten deute a diferents terminis (d’un any a trenta anys), i els tipus d’interès que paguen estan molt relacionats, per tant la puja de la prima de risc indica que qualsevol emissió de deute que faci aquest país s’encarirà.
Quan els interessos pugen, els Estats pateixen com ho feim tots en la mateixa situació: hem de destinar més doblers per pagar el deute. Si la persona no va molt justa i té un marge, pot seguir pagant les quotes de la hipoteca; també pot passar que haguem d’”ajustar” el nostre ritme de vida, deixant de fer compres per poder pagar el crèdit, canviant de feina per guanyar més o aconseguint una segona feina. Açò és exactament el que es veuen obligats a fer els Governs: han de retallar la despesa pública i pujar els impostos. Per tant, les polítiques econòmiques que els mercats “imposen” als Governs, no són res més que els ajustaments que han de fer els països per intentar pagar uns crèdits encarits.
Existeix la dictadura dels mercats?
La pregunta inicial que encapçala aquest article no pot ser més retòrica. És evident que els mercats condicionen el comportament dels Governs: fa pocs dies hem vist com han fet caure presidents de països com Grècia o Itàlia. Tanmateix no és tan fàcil d’esbrinar com és possible que s’arribi a aquest extrem, que en sentit estricte posaria en qüestió el funcionament de les nostres democràcies, ni entendre quines en són les conseqüències. La confusió té la seva causa en què els economistes i els mitjans de comunicació es refereixen a les qüestions referents al deute públic amb un llenguatge gens accessible als ciutadans. La informació prima sobre l’explicació i al capdavall sabem què ha passat però no el significat de tot plegat.
Per aportar una mica de comprensió al tema, crec que hem de retornar al sentit original de la paraula economia , que ve del grec “oikonomia” i està emparentada amb el mot que en aquest idioma designa la mestressa de casa. Primer es va aplicar als ecònoms eclesiàstics, que són els que administren els béns de l’església per açò la podríem traduir com “administració de la casa”. Així per entendre el deute públic no hi ha res millor que veure què ens passa als particulars i a les empreses quan ens endeutam, perquè l’Estat pateix la majoria dels nostres problemes.
Els que poden entendre millor aquest tema són els que estan endeutats amb els bancs. Un dia, quan vaig felicitar una persona que s’havia comprat una casa, em va contestar: “Un dia el pis serà meu, però de moment és del banc”, perquè la finançava amb un crèdit hipotecari. Quan l’Estat s’endeuta li passa igual: queda en mans del qui li dóna crèdit. I qui són els creditors? En alguns casos, com la majoria dels ajuntaments i algunes comunitats autònomes són els bancs, igual que en el cas dels particulars, però l’Estat Central, la majoria de comunitats autònomes i els ajuntaments més grans no solen acudir als bancs, emeten títols de deute públic (lletres del tresor, bons i obligacions), els quals els compradors poden vendre a la borsa, on entren en el joc de compres i vendes com qualsevol acció: per açò es diu que van als “mercats”. Per què els compradors coneguin la seguretat que tenen els títols que cotitzen en borsa, les agències de qualificació els posen una nota, coneguda també com “rating”. La nota més alta és AAA. Quan aquestes agències rebaixen la nota, volen dir als inversors que les accions o obligacions són més arriscades i açò fa que aquests demanin una major remuneració, en forma d’un tipus d’interès més alt, d’aquí la por dels Estats a què es rebaixi la nota del seu deute. La qualificació es fa a tots els títols que cotitzen als mercats i no és exclusiva del deute públic.
La millor manera d’entendre el paper dels mercats és pensar que són els que donen crèdit a l’Estat, com els bancs ens donen als particulars. No hi ha ningú que obligui l’Estat i altres administracions a anar als mercats: hi van perquè és la manera més barata de finançar-se, ja que per crèdits tan grans com els que acostumen a demanar, els bancs els demanarien un tipus d’interès més alt. Per tant, l’Estat es posa en mans dels mercats per pura conveniència, igual que noltros quan volem comprar una casa o un cotxe: és la necessitat de fer compres i pagaments d’un import superior al que podem pagar amb els ingressos habituals la que ens endeutem. Com em deia fa anys un empresari menorquí el que el banc ens dóna és temps, temps per anar arreplegant els doblers que hem de menester per comprar i per invertir.
Tanmateix, hi ha un element que fa diferent el deute públic dels crèdits privats: són les garanties. Els bancs sempre demanen garanties als particulars, que en els crèdits personals per petites compres consisteixen en el suport d’una nòmina o una font d’ingressos segura, però quan l’import és elevat és sempre la hipoteca d’una propietat. En canvi, les administracions públiques pràcticament mai garanteixen els seus deutes, siguin grans o petits, amb hipoteques. Açò es deu a què l’Administració té la potestat tributària: pot recaptar impostos. Com que la imposició d’impostos no té cap límit quantitatiu, en teoria, l’Estat sempre pot pagar els deutes, si és necessari pujant els impostos.
En situacions normals, l’Administració paga els deutes i ningú es planteja si els mercats exerceixen cap mena de tirania o poder antidemocràtic. Quan els ingressos de l’Estat no són suficients per pagar les despeses, emet deute, que els inversors dels mercats compren i així l’Administració pot pagar els seus deutes. Però si el dèficit és molt gros i es reitera en el temps, els inversors comencen a tenir dubtes de si l’Estat realment els podrà tornar els doblers, especialment si el Govern augmenta els impostos i no aconsegueix eliminar la diferència entre ingressos i despeses. Al capdavall, el Govern en la pràctica no pot pujar els impostos eternament, perquè arriba un punt en què la recaptació no creix, ja que la gent reacciona i deixa de comprar les coses que estan gravades per aquests impostos. En cas de crisi econòmica el consum disminueix i els increments nominals dels impostos no aconsegueixen una major recaptació.
Llavors, els inversors dels mercats s’enrecorden que tots els Estats un dia o un altre han deixat de pagar els deutes, a vegades de forma temporal, però en ocasions han fet com les empreses en dificultats i han forçat als creditors a què els perdonessin una part dels crèdits. L’exemple històric més prominent són les tres suspensions de pagaments que va declarar Felip II en el seu regnat (1557, 1575 i 1596). Modernament molts països s’han declarat en fallida, tants que hi ha llibres sencers dedicats a aquests afers. A finals del segle XX els països llatinoamericans van escriure molts capítols sobre el tema que, fet i fet ha afectat a molts països en vies de desenvolupament. Abans de la Segona Guerra Mundial aquestes fallides foren protagonitzades per països seriosos com els Estats Units (1934), Alemanya (1932 i 1939) o Japó (1942). Aquests darrers exemples són dels anys trenta i el paral·lelisme que han fet els mitjans de comunicació entre la crisi actual i la del 1929 ha exacerbat la manca de confiança dels mercats.
En aquest moment apareix el sentiment més perillós del món: la por. Els inversors pensen que corren el risc de deixar de cobrar els interessos, o haver d’esperar per recuperar el capital i si la situació empitjora comencen a témer la possibilitat de perdre part del capital prestat. La qüestió és d’actualitat perquè fa poc es va decidir que els bancs que tenen títols públics grecs, només en cobrarien la meitat. La reacció dels mercats és que demanen un interès superior. Açò és el que medeix la tan esmentada “prima de risc”: és la diferència entre l’interès que es paga pels bons d’un país (per exemple Espanya) a 10 anys i els d’Alemanya (aproximadament el 2%). Si la prima d’Espanya és de 400 punts, el diferencial és del 4%, és a dir que l’interès espanyol és del 6%. Els estats emeten deute a diferents terminis (d’un any a trenta anys), i els tipus d’interès que paguen estan molt relacionats, per tant la puja de la prima de risc indica que qualsevol emissió de deute que faci aquest país s’encarirà.
Quan els interessos pugen, els Estats pateixen com ho feim tots en la mateixa situació: hem de destinar més doblers per pagar el deute. Si la persona no va molt justa i té un marge, pot seguir pagant les quotes de la hipoteca; també pot passar que haguem d’”ajustar” el nostre ritme de vida, deixant de fer compres per poder pagar el crèdit, canviant de feina per guanyar més o aconseguint una segona feina. Açò és exactament el que es veuen obligats a fer els Governs: han de retallar la despesa pública i pujar els impostos. Per tant, les polítiques econòmiques que els mercats “imposen” als Governs, no són res més que els ajustaments que han de fer els països per intentar pagar uns crèdits encarits.

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