Translate

miércoles, 8 de agosto de 2018

IDEAS PARA MINIMIZAR LA ESTACIONALIDAD

La desestacionalización: ¿Qué y cómo?


La desestacionalización: ¿Qué y cómo?
Una realidad de nuestro sector turístico que aparece de forma recurrente es el de la estacionalidad, obviamente, como un problema que habría que intentar resolver. No obstante, lo primero que hay que preguntarse es si los residentes en general y algunos de los actores más implicados en el funcionamiento del sector se lo plantean como un tema prioritario a resolver.¿Qué piensan los empresarios y trabajadores del sector, los ecologistas, etc.? Una segunda cuestión la vinculamos a que tipo de desestacionalización prefieren aquellos que consideran que hay que enfrentarse a la estacionalidad. En este contexto, pueden existir opiniones tan dispares como la de aquellos que desean desestacionalizar como una forma de compensar un deseado descenso de la temporada alta o aquellos que pretenden que la temporada alta siga manteniendo volúmenes desmesurados a la vez que aumenta el turismo en temporada media y baja. O quizás otros solo se apuntan a un alargamiento de la temporada alta.
Aunque no se puede banalizar lo que acabamos de decir como un aspécto básico para empezar a hablar, lo cierto es que las instituciones públicas y algunas privadas han optado por señalar la importancia de enfrentarse a la estacionalidad y, de hecho, lo han intentado hacer con diferentes medidas. ¿Por qué estas medidas han gozado de escaso éxito? Un primer argumento, que unicamente citaremos, es que sobretodo la administración turística toma decisiones que, con otros objetivos, desincentivan la desestacionalización. Sin embargo, nuestro reflexión primordial se basa en el hecho sabido de que el turismo es un sector multiproducto que como tal, precisa de una coordinación para que se desarrolle la actividad turística. No hay turismo sin elementos de atracción y estos precisan de infraestructuras y alojamiento y restauración, etc. En temporada alta, partiendo de unas condiciones excelentes de tiempo en un entorno de litoral privilegiado como el nuestro, el mercado libre se ha "encargado" de llevar a cabo esta coordinación en gran parte a través de la actividad de los intermediarios y con intervenciones públicas en el ámbito de las tan necesarias infraestructuras. Probablemente, el mercado ha hecho su tarea, pero ha fallado al generar un volumen excesivo de turismo en temporada alta con el resultado del deterioro de los recursos y la congestión que ponen en entredicho la viabilidad del modelo a largo plazo. Todo ello demanda la intervención del sector público.
Si hablamos de desestacionalización, los problemas de coordinación se agravan y el papel del mercado para resolverlo queda más en entredicho al menos a corto y medio plazo. Si el turismo en general es de cada vez más "sun plus", es decir, desea disfrutar de más atractivos de forma creciente además del clima, es evidente que ello se da en mayor medida en aquellos turistas que vengan a Balears fuera de la temporada alta. En este contexto, los elementos a coordinar aumentan, ya que son muy variadas las actividades culturales, monumentales, deportivas, gastronómicas, eventos, etc que se precisan promover y cuya coordinación es imprescindible. Es en este ámbito en el que el mercado puede mostrar más síntomas de debilidad.
Habría que preguntarse, entonces, porque ha fallado la intervención pública. Ya hemos dicho, que políticas turísticas con otros objetivos han podido desincentivar la desestacionalización. Pero la respuesta de mayor calado es que las medidas se han planteado de una forma aislada. Hemos contemplado incluso como los municipios han desarrollado, con la mejor buena voluntad, acciones promocionales cuyo resultado se prevé poco eficaz. En definitiva, la imprescindible coordinación en el caso de la desetacionalización tiene como condición indispensable el compromiso y la cooperación de los agentes públicos y privados implicados en la actividad turística fuera de la temporada alta. Para ello debe configurarse un ente de gestión que al menos en una primera instancia deberá ser promovido por el sector público. Existen ejemplos de buenas prácticas público-privadas en el ámbito del turismo y en diferentes destinos. El puerto de Barcelona arrebató a Genova el liderazgo mediterráneo de cruceros a través de una operación coordinada de muchos sectores implicados.
Además hay que insistir en el hecho señalado de que determinadas regulaciones que, por ejemplo vayan a frenar la congestión en temporada alta, pueden entrar en colisión con los incentivos para desetacionalizar. Ello obliga a que el ente de gestión se vea también en la necesidad de tratar la coordinación de medidas que estén destinadas a otros objetivos distintos a la desestacionalización.

No hay comentarios:

Publicar un comentario