Translate
miércoles, 2 de noviembre de 2011


martes, 1 de noviembre de 2011

lunes, 31 de octubre de 2011





sábado, 29 de octubre de 2011
SIEMPRE DE BUEN HUMOR ES LA CLAVE
La Sonrisa y el Humor
son Buen Negocio
Por Tomás Berriolo*
¿A ustedes les asombra, como a mí, la enorme cantidad de personas desabridas que hay en el “mundo real”? Mucha gente ha perdido su perspectiva y se toma la vida horriblemente en serio. Muy de vez en cuando nos topamos con personas que son un encanto, que han cultivado el sentido del humor y no se han olvidado de sonreír.
Esto de aprender a sonreír y actuar con entusiasmo es una sugerencia muy sencilla, sin embargo no toda la gente la entiende. La sonrisa y el buen humor son - a menudo - la pequeña-gran diferencia entre un buen y un mal negocio; entre un contacto efectivo y un vínculo frustrado. Muchas veces no captamos esa diferencia porque es casi imperceptible, pero… pensemos un poco:
Los productos y precios de un negocio son iguales a los del negocio de enfrente. La comida del restaurante A es similar a la del restaurante B. Los zapatos que venden en la tienda C son los mismos que se encuentran en la tienda D. Hay una multitud de ejemplos que podríamos dar sobre la similitud de productos y servicios, que en apariencia son iguales en calidad y precio. Los mozos del café E son más simpáticos y amigables que los del café F.
En tal igualdad de condiciones, yo me inclino por concurrir a comprar donde los empleados sonríen, son amigables. No invasivos ni confianzudos, solamente respetuosamente amigables y entusiastas. Que me brindan un trato distendido, que no me presionan y que son sinceros cuando deben asesorarme sobre un producto o servicio. Al fin y al cabo el café es igual y cuesta lo mismo, los zapatos también, la comida, el ambiente y la ubicación son también muy similares; no obstante la gran diferencia la hace el trato de las personas que me atienden.
Hay en mi barrio un pequeño comercio de comidas y repostería, cuyo dueño y su esposa son las personas más amables y atentas que he conocido. No hay nada en ese negocio que no podamos encontrar en cualquier otro – y probablemente a menor precio – pero la verdad es que preferimos seguir comprando allí, mi familia y yo, por la amabilidad y buen humor de los propietarios. Que inclusive nos tratan por nuestros nombres propios, y no porque seamos pocos sus clientes, sino porque han hecho del buen trato y la amabilidad su propia filosofía de negocios. Siempre sonrientes, siempre de buen humor y no creo que estén exentos de problemas y preocupaciones, como todo el mundo. De hecho tienen un hijito minusválido, que tiene tan buen carácter y buen humor como sus propios padres!
Les pregunto: ¿dónde comprarían ustedes? ¿donde la atención es como tramitar un complicado expediente ministerial, o en el lugar cuya vidriera es un rostro que sonríe amistosamente…? Ninguna publicidad podrá hacer que se gane la confianza de su cliente en igual medida. Es una estrategia de marketing eficaz y gratuita. Lo mismo ocurre cuando elegimos un médico, un peluquero, un dentista, un plomero, un contador, un mecánico o cualquier otro profesional.
Obviamente queremos y necesitamos gente competente, que haga bien su trabajo, que elabore bien su producto, que preste eficientemente su servicio. Sin embargo, en igualdad de condiciones elegimos acudir al lugar donde nos atienden personas agradables.
Creo que existen demasiados vendedores con “cara de nada”, que la mayoría de las veces atemorizan y espantan a los prospectos. Es probable que eso ocurra porque están desconformes con lo que hacen, o trasladan a la profesión sus problemas personales, o simplemente porque son inexpresivos. Personalmente, huyo de esas personas que solo me ofrecen un producto o servicio que bien puedo conseguir en iguales o mejores condiciones, asesorado por alguien que ponga entusiasmo en lo que hace, se muestre simpático, indague sobre mis necesidades y no me abrume con su flemática indiferencia.
He evitado concurrir a determinados médicos, cuando se comportan como si uno fuese un maniquí, que no responden a nuestras preguntas, ni nos dan razón de sus decisiones…¡sobre nosotros mismos y nuestra salud! ¿Nunca les ocurrió? Voy al médico competente, amigable, que me explica detenidamente qué problema tengo, qué vamos a hacer entre ambos para superarlo, y me comporto como el más juicioso de los pacientes. ¿Por qué no elegir a alguien competente y que por añadidura sonríe y me trata amigablemente?.
Los beneficios que nos reportarán el buen humor y el entusiasmo en cualquier negocio que realicemos, van mucho más allá de obtener mayores utilidades económicas. También disfrutaremos del privilegio de sentirnos mejor y de hacer sentir mejor a nuestros clientes, usuarios y prospectos. Creo que el sonreír y mantener un buen humor, proporcionan más energía y salud que muchos medicamentos. Así que anímense…y sonrían; la gratificación será inmediata e importante…y no tiene contraindicaciones!
________________________________________
* Tomás Berriolo es especialista en Marketing de Redes (Network Marketing) y actualmente desarrolla su actividad en PSA., empresa argentina líder en la fabricación y comercialización de purificadores de agua bajo la filosofía multinivel. Con responsabilidad directa sobre la línea de ventas, asumió como Director Comercial en 1992 cargo que ejerció hasta 2003, fecha en la que pasó a ser Director PSA. Es de destacar, que durante ese lapso la compañía obtuvo un crecimiento mayor del 10.000% (si!, diez mil por ciento) en la comercialización de sus productos. Ha dado innumerables seminarios, ha diseñado y conducido cursos sobre Marketing de Redes, liderazgo, capacitación y motivación de ventas, estrategias para formular y lograr objetivos, trabajo en equipo y crecimiento personal.
Para enviarle un e-mail, haga click aquí.
________________________________________
son Buen Negocio
Por Tomás Berriolo*
¿A ustedes les asombra, como a mí, la enorme cantidad de personas desabridas que hay en el “mundo real”? Mucha gente ha perdido su perspectiva y se toma la vida horriblemente en serio. Muy de vez en cuando nos topamos con personas que son un encanto, que han cultivado el sentido del humor y no se han olvidado de sonreír.
Esto de aprender a sonreír y actuar con entusiasmo es una sugerencia muy sencilla, sin embargo no toda la gente la entiende. La sonrisa y el buen humor son - a menudo - la pequeña-gran diferencia entre un buen y un mal negocio; entre un contacto efectivo y un vínculo frustrado. Muchas veces no captamos esa diferencia porque es casi imperceptible, pero… pensemos un poco:
Los productos y precios de un negocio son iguales a los del negocio de enfrente. La comida del restaurante A es similar a la del restaurante B. Los zapatos que venden en la tienda C son los mismos que se encuentran en la tienda D. Hay una multitud de ejemplos que podríamos dar sobre la similitud de productos y servicios, que en apariencia son iguales en calidad y precio. Los mozos del café E son más simpáticos y amigables que los del café F.
En tal igualdad de condiciones, yo me inclino por concurrir a comprar donde los empleados sonríen, son amigables. No invasivos ni confianzudos, solamente respetuosamente amigables y entusiastas. Que me brindan un trato distendido, que no me presionan y que son sinceros cuando deben asesorarme sobre un producto o servicio. Al fin y al cabo el café es igual y cuesta lo mismo, los zapatos también, la comida, el ambiente y la ubicación son también muy similares; no obstante la gran diferencia la hace el trato de las personas que me atienden.
Hay en mi barrio un pequeño comercio de comidas y repostería, cuyo dueño y su esposa son las personas más amables y atentas que he conocido. No hay nada en ese negocio que no podamos encontrar en cualquier otro – y probablemente a menor precio – pero la verdad es que preferimos seguir comprando allí, mi familia y yo, por la amabilidad y buen humor de los propietarios. Que inclusive nos tratan por nuestros nombres propios, y no porque seamos pocos sus clientes, sino porque han hecho del buen trato y la amabilidad su propia filosofía de negocios. Siempre sonrientes, siempre de buen humor y no creo que estén exentos de problemas y preocupaciones, como todo el mundo. De hecho tienen un hijito minusválido, que tiene tan buen carácter y buen humor como sus propios padres!
Les pregunto: ¿dónde comprarían ustedes? ¿donde la atención es como tramitar un complicado expediente ministerial, o en el lugar cuya vidriera es un rostro que sonríe amistosamente…? Ninguna publicidad podrá hacer que se gane la confianza de su cliente en igual medida. Es una estrategia de marketing eficaz y gratuita. Lo mismo ocurre cuando elegimos un médico, un peluquero, un dentista, un plomero, un contador, un mecánico o cualquier otro profesional.
Obviamente queremos y necesitamos gente competente, que haga bien su trabajo, que elabore bien su producto, que preste eficientemente su servicio. Sin embargo, en igualdad de condiciones elegimos acudir al lugar donde nos atienden personas agradables.
Creo que existen demasiados vendedores con “cara de nada”, que la mayoría de las veces atemorizan y espantan a los prospectos. Es probable que eso ocurra porque están desconformes con lo que hacen, o trasladan a la profesión sus problemas personales, o simplemente porque son inexpresivos. Personalmente, huyo de esas personas que solo me ofrecen un producto o servicio que bien puedo conseguir en iguales o mejores condiciones, asesorado por alguien que ponga entusiasmo en lo que hace, se muestre simpático, indague sobre mis necesidades y no me abrume con su flemática indiferencia.
He evitado concurrir a determinados médicos, cuando se comportan como si uno fuese un maniquí, que no responden a nuestras preguntas, ni nos dan razón de sus decisiones…¡sobre nosotros mismos y nuestra salud! ¿Nunca les ocurrió? Voy al médico competente, amigable, que me explica detenidamente qué problema tengo, qué vamos a hacer entre ambos para superarlo, y me comporto como el más juicioso de los pacientes. ¿Por qué no elegir a alguien competente y que por añadidura sonríe y me trata amigablemente?.
Los beneficios que nos reportarán el buen humor y el entusiasmo en cualquier negocio que realicemos, van mucho más allá de obtener mayores utilidades económicas. También disfrutaremos del privilegio de sentirnos mejor y de hacer sentir mejor a nuestros clientes, usuarios y prospectos. Creo que el sonreír y mantener un buen humor, proporcionan más energía y salud que muchos medicamentos. Así que anímense…y sonrían; la gratificación será inmediata e importante…y no tiene contraindicaciones!
________________________________________
* Tomás Berriolo es especialista en Marketing de Redes (Network Marketing) y actualmente desarrolla su actividad en PSA., empresa argentina líder en la fabricación y comercialización de purificadores de agua bajo la filosofía multinivel. Con responsabilidad directa sobre la línea de ventas, asumió como Director Comercial en 1992 cargo que ejerció hasta 2003, fecha en la que pasó a ser Director PSA. Es de destacar, que durante ese lapso la compañía obtuvo un crecimiento mayor del 10.000% (si!, diez mil por ciento) en la comercialización de sus productos. Ha dado innumerables seminarios, ha diseñado y conducido cursos sobre Marketing de Redes, liderazgo, capacitación y motivación de ventas, estrategias para formular y lograr objetivos, trabajo en equipo y crecimiento personal.
Para enviarle un e-mail, haga click aquí.
________________________________________

YA ERA HORA
Un juez de Maó anula tres contratos de permuta financiera
La sentencia subraya la vulneración de los derechos esenciales de los clientes a ser informados adecuadamente en todo momento sobre los riesgos
Toni Seguí, Maó 13/10/2011
Comente esta noticia
Enviar Imprimir A+ A-
juzgado. La sentencia recoge la argumentación esencial de los tres demandantes - Archivo
El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Maó ha declarado la nulidad de pleno derecho de tres contratos de permuta financiera, denominados tipos de interés IRS, que fueron suscritos por dos empresas y un particular menorquines con el Banco de Crédito Balear.
La sentencia, dictada el pasado 30 de septiembre por el magistrado-juez Fernando Pinto Palacio, obliga a la restitución recíproca de las prestaciones efectuadas entre las partes y condena en costas al Banco Popular, como entidad que absorbió después a Crédito Balear.
Dos empresas mercantiles del ramo de la alimentación y un particular suscribieron con el Banco de Crédito Balear en 2007 sendos contratos de permuta financiera, mediante los que asumían un tipo fijo y el banco un tipo variable del euribor a 12 meses, en relación a un valor económico aproximado equivalente al conjunto de préstamos hipotecarios y mercantiles que tenían las empresas y el particular.
El producto debía servir supuestamente para mejorar la estructura financiera de las empresas, así como la financiación de sus créditos hipotecarios y del particular.
De hecho, los tres demandantes argumentaron, entre otras consideraciones, que se les ofreció un producto que era como un seguro ante las subidas del euribor y que contribuía a mejorar la estructura crediticia tanto de la empresa como hipotecaria, así como del volumen de los préstamos personales e hipotecarios del particular. La cuantía del pleito ascendía a 70.332 euros, más intereses y posibles costas judiciales.
El eje central de las demandas, presentadas este año por el abogado Pedro Emaldia, se cifraba en la vulneración de los derechos esenciales a ser informados adecuadamente en todo momento sobre los riesgos que podían sufrir con la firma de los contratos, de los cuales en ningún momento se les informó, induciendo a error en el consentimiento prestado.
Este hecho daba lugar a la nulidad por vicio en el consentimiento con amparo en el Código Civil, tanto por vía del error como asimismo por violación de la normativa de obligado cumplimiento por parte del banco en materia financiera, de disciplina bancaria, de consumidores y usuarios, y de la normativa general de contratación.
La sentencia recoge la argumentación esencial de los demandantes, anula los tres contratos y obliga a la restitución recíproca de las prestaciones entre las partes: los abonos efectuados por el banco, que son mínimos, y los cargos aplicados en las cuentas de los demandantes, que son cuantiosos. Así, por ejemplo, una de las empresas demandantes recibió un abono de 1.640 euros en 2009, mientras que el año siguiente tuvo un cargo de casi 13.000 euros.
SWAP
El abogado Pedro Emaldia ya defendió con éxito el pasado año la demanda de un vecino de Maó contra el Banco Cooperativo Español y Caja Rural de Baleares -actual Cajamar- por un producto financiero de riesgo, al infringirse la normativa en materia de protección al consumidor. La sentencia del juez de Maó fue confirmada por la Audiencia Provincial de Balears.
Compartir esta noticia Facebook Twitter Meneame Delicious
0 comentarios
La sentencia subraya la vulneración de los derechos esenciales de los clientes a ser informados adecuadamente en todo momento sobre los riesgos
Toni Seguí, Maó 13/10/2011
Comente esta noticia
Enviar Imprimir A+ A-
juzgado. La sentencia recoge la argumentación esencial de los tres demandantes - Archivo
El Juzgado de Primera Instancia número 3 de Maó ha declarado la nulidad de pleno derecho de tres contratos de permuta financiera, denominados tipos de interés IRS, que fueron suscritos por dos empresas y un particular menorquines con el Banco de Crédito Balear.
La sentencia, dictada el pasado 30 de septiembre por el magistrado-juez Fernando Pinto Palacio, obliga a la restitución recíproca de las prestaciones efectuadas entre las partes y condena en costas al Banco Popular, como entidad que absorbió después a Crédito Balear.
Dos empresas mercantiles del ramo de la alimentación y un particular suscribieron con el Banco de Crédito Balear en 2007 sendos contratos de permuta financiera, mediante los que asumían un tipo fijo y el banco un tipo variable del euribor a 12 meses, en relación a un valor económico aproximado equivalente al conjunto de préstamos hipotecarios y mercantiles que tenían las empresas y el particular.
El producto debía servir supuestamente para mejorar la estructura financiera de las empresas, así como la financiación de sus créditos hipotecarios y del particular.
De hecho, los tres demandantes argumentaron, entre otras consideraciones, que se les ofreció un producto que era como un seguro ante las subidas del euribor y que contribuía a mejorar la estructura crediticia tanto de la empresa como hipotecaria, así como del volumen de los préstamos personales e hipotecarios del particular. La cuantía del pleito ascendía a 70.332 euros, más intereses y posibles costas judiciales.
El eje central de las demandas, presentadas este año por el abogado Pedro Emaldia, se cifraba en la vulneración de los derechos esenciales a ser informados adecuadamente en todo momento sobre los riesgos que podían sufrir con la firma de los contratos, de los cuales en ningún momento se les informó, induciendo a error en el consentimiento prestado.
Este hecho daba lugar a la nulidad por vicio en el consentimiento con amparo en el Código Civil, tanto por vía del error como asimismo por violación de la normativa de obligado cumplimiento por parte del banco en materia financiera, de disciplina bancaria, de consumidores y usuarios, y de la normativa general de contratación.
La sentencia recoge la argumentación esencial de los demandantes, anula los tres contratos y obliga a la restitución recíproca de las prestaciones entre las partes: los abonos efectuados por el banco, que son mínimos, y los cargos aplicados en las cuentas de los demandantes, que son cuantiosos. Así, por ejemplo, una de las empresas demandantes recibió un abono de 1.640 euros en 2009, mientras que el año siguiente tuvo un cargo de casi 13.000 euros.
SWAP
El abogado Pedro Emaldia ya defendió con éxito el pasado año la demanda de un vecino de Maó contra el Banco Cooperativo Español y Caja Rural de Baleares -actual Cajamar- por un producto financiero de riesgo, al infringirse la normativa en materia de protección al consumidor. La sentencia del juez de Maó fue confirmada por la Audiencia Provincial de Balears.
Compartir esta noticia Facebook Twitter Meneame Delicious
0 comentarios

DESMADRE BANCARIO
La Justicia pone coto al desmán bancario
13/10/2011
Enviar Imprimir A+ A-
Afalta de un mayor autocontrol y de la incomprensible escasa diligencia de los organismos de control, muy acusado en el caso del Banco de España tal y como han puesto de manifiesto las cantidades que han recibido directivos de cajas de ahorro auxiliadas con fondos públicos, la Justicia se está encargando de poner coto al desmán bancario. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Maó acaba de anular tres contratos de permuta financiera, conocidos como “swap”. El magistrado Fernando Pinto Palacio ha seguido los pasos de su colega Carlos Javier García Díez quien hizo los propio con otro contrato en verano de 2010, en una decisión judicial que ha sido ratificada por la Audiencia Provincial, en junio de este año, en una sentencia que no fue recurrida y, por tanto, es firme. En todos los casos, los tribunales han dado la razón a los clientes de dos entidades bancarias por considerar que los productos financieros que formalizaron eran abusivos y desproporcionados y por haberse vulnerado el derecho a ser informados adecuadamente de los sus riesgos. La ponderada actuación judicial es un estímulo para quienes defienden la necesidad de un cambio profundo en la filosofía y la operativa de los mercados financieros.
13/10/2011
Enviar Imprimir A+ A-
Afalta de un mayor autocontrol y de la incomprensible escasa diligencia de los organismos de control, muy acusado en el caso del Banco de España tal y como han puesto de manifiesto las cantidades que han recibido directivos de cajas de ahorro auxiliadas con fondos públicos, la Justicia se está encargando de poner coto al desmán bancario. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Maó acaba de anular tres contratos de permuta financiera, conocidos como “swap”. El magistrado Fernando Pinto Palacio ha seguido los pasos de su colega Carlos Javier García Díez quien hizo los propio con otro contrato en verano de 2010, en una decisión judicial que ha sido ratificada por la Audiencia Provincial, en junio de este año, en una sentencia que no fue recurrida y, por tanto, es firme. En todos los casos, los tribunales han dado la razón a los clientes de dos entidades bancarias por considerar que los productos financieros que formalizaron eran abusivos y desproporcionados y por haberse vulnerado el derecho a ser informados adecuadamente de los sus riesgos. La ponderada actuación judicial es un estímulo para quienes defienden la necesidad de un cambio profundo en la filosofía y la operativa de los mercados financieros.

Suscribirse a:
Entradas (Atom)